ESCRITO CON UN SOLO DEDO
Me fui
a desmoronar una esperanza tonta
y volví con un ramo de cerezas
Me fui a derribar el muro de los lamentos
y volví con dos ojos lavados de llanto
mirando a plena vista
Me fui a escapar de mi desgracia
y volví con la gracia puesta en el vestido
Me fui de paseo por el barrio
y me traje la adolescencia sin doblar y con olor de haber estado al sol mientras secaba
Me fui a la terraza a descolgar la ropa
y me vine mojada de mi sexo
Me fui a dejarte y me traje mi sombra
Te dejé bajo un árbol de manzanas y volví comiendo una jugosa con los dientes
y haciendo ruido
Me fui de la familia y volví fresca
a juntar las arruguitas de todos mis ancestros
para tejer con ellas una manta enorme y abrigada
Me fui de mi camino y regresé contenta de perderme tan bien
que me encontrara ahí justo ahí
sentada a la sombra de un arbusto
enamorada en mitad de la tarde
***
SEGUNDO ESCRITO
Ah qué lindo el paseo de esta tarde en la sombra
Había tanto sol que se me quemó el nombre
y se puso bien dorado
Se tomó un vino rojo con los pies en el rio
Gritó para escucharse y se gustó de vuelta
o por primera vez el caso es que no importa
Fue mi nombre que paseó conmigo de la mano
sin susto y con guitarras
y ganas de perderse donde antes buscaba el camino
y temía que llegara la noche Ahhh la luna!!!
Ir a buscarte sola en la noche en el monte y tus pies asomando dormidos entre totems de piedras
Ingenierías mansas de la luna y el agua
en el verano cósmico
de todas las estrellas y yo
de todo el cielo y tu lengua
Las guitatras ardieron
Los nombres se entremezclaron
Fui a buscarte y me traje fragancia de lo que no se acaba
Esta tarde en el monte de mi alma visité tu vieja sonrisa
Me la probé le di un beso y dejé que, sonora en mi memoria,
me alumbrara un deseo
Y dos deseos alumbró de pronto
Alguien en trabajo de parto
Alguien, un hombre puesto a parir y lo hacía bien
estaba dando a luz un pajarito
un colibrí cantor de tres colores
fosforescentes
No había nada más
Cantaba el pájaro en el monte atardecido
en la luz a contrasol
a contralluvia
Cantaba el colibrí parido por un hombre sin luna
en las inmediaciones del asombro
Y el hombre abría la boca hacia el sol como agotado y pleno
Y el árbol recibía mi cariño pletórico y arcaico
Las flores exudaban perfumes increíbles
dulces tibios ardientes
Todo en la tarde en sombra ardía y latía
Le regalaba al río parte de su calor
y tomaba frescura de su cauce infinito
Ahhh yo viví allí yo desearía quedarme para siempre
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