Dios se desnuda en la lluvia como una caricia innumerable. Cantan los pájaros entre la lluvia. Las plantas bailan de alegría mojada.
La tierra como una hembra se disuelve en los dedos penetrantes con una palidez de mil ojos desmayados.
Camino bajo la lluvia, todo mojado, cantando, hacia mirajes que huyen en un rumoroso sueño.
Lluvia, lluvia! Desnudez del dios primaveral, que baja danzando, danzando, a fecundar la amada toda abierta de espera, quebrada ya de ardor amarillo y largo.
***
Todo el día mi alma hoy estará suspensa
de la voz del agua,
como en un sueño
mojado.
¡La voz del agua
dulcemente cierra el mundo!
Todo el día seré un niño
que se está durmiendo.
La vida será sólo
una voz querida.
Juan L. Ortiz
(ambos poemas de "El agua y la noche", tomados de Horacio Armani, "Antología esencial de la poesía argentina")
imagen tomada de la web
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