Visitantes cósmicos de buena voluntad,sean bienvenidos a este lugarcito que albergará poemas, pinturas y toditas cosas que habitan mi alma...


viernes, 6 de enero de 2012

Escritos en el río



I

Me senté acá, en un remanso del tiempo.
El río es un hilito.El tiempo pasó, y no.
Todo es lo mismo, y nada lo es. Heráclito estuvo por aquí, y también Parménides, el de Elea.
“El buey solo bien se lame”... (Pero al tiempo, bien se cansa).
Me siento, con mi estómago hecho un nudo, mi angustita, mi contractura de cervicales y trocánteres, y deposito todo esto sobre el pasto y las piedras cercanos al río. Un alguacil me mira desde una piedra. Les va a decir a los demás insectos que se protejan de mí (hoy debo estar kafkiana). Que pongan un cartel que diga: ”RESERVADO PARA BICHOS.NO FASTIDIAR”.
Día ventoso y frío, y desolado... (¡Oh!, qué trágico suena).

II

Decir que estuve en el río, a la sombra,
escribiendo conmigo hasta cansarme.
Decir que estuve callada, mirando el agua...
Decir, decir, decir...
Que para tanto, que para tan poco,
que para tampoco.



III

Decir que causa estragos,
Palabra liberada que dás miedo
Porque no te domino, ni te pienso, ni llego
a los recónditos pocitos donde te originaste.
Yo sé que sos otrita, que naciste a pesar,
que no te alcanzo
ni con birome, ni a caballo, ni con grabador.
Sólo te oigo.
Sé, y no alcanza.
Y tampoco alcanza con creerte,
porque no siempre sos amiga...
Palabrita asustada: hay que dejarte ir,
seguirte el paso, el vuelo, las vueltas...
No cansarse con vos ni de vos.
Reírse un rato.
Saber que sos un ángel descastado y simpático
que vuelve a veces con el ceño fruncido.
Y quererte así,
sin para qué, ni porque nada...
Oírte los abismos, y jugar a la ronda.

IV


Misterio: hermosas manos.
Tránsito, tristeza,
desesperanza de que las cosas sean como son,
esperanza de monitos,
manitos de bebé
y espléndidas tardes enramadas
que dan a un cielo libre,
como las cosas salidas de madre
o enmadrecidas por un tiempo.
¿Así deberá ser?
Yo no sé nada.
Qué cosa andar sin nada por un tiempo de presagios,
sin certezas ni ternuras de marido.
Qué cosa este misterio,
solita vida triste...
Automatismo ronco,
cárcel de palabritas:
te abro y salgo al mundo,
a mirar pájaros y tibiezas.
Mi ternura anda hablando con los perros,
con los burritos... todos de ojos grandes
y silenciosos... Todos sabios
porque sólo sienten,
y tal vez con eso alcance.*

*C.Bakún (de "Accidentes geográficos")

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