Algo hay de este hombre en la web. Hay pdf para descargar, hay de todo. Por suerte.
Le debo que me haya abierto la cabeza a mis veinte, y muchos años de admirarlo y tratar de ser mi propia versión de rinoceronta, y muchas frases de las que se podría decir " así en la música como en la vida", más dos experiencias imborrables de Talleres con él aquí en Buenos Aires, y una charla sobre Contaminación sonora en la que comenzó corriendo el micrófono de lugar y preguntando al auditorio. "¿ Se escucha?"
Credo
Discutíamos un día con los editores acerca de un quinto opúsculo que redondeara mis escritos previos sobre educación musical. Los cuatro anteriores -El compositor en el aula, Limpieza de oídos, El nuevo paisaje sonoro y Cuando las palabras cantan- fueron experimentales, y sentía la necesidad de concluir la serie de manera más reflexiva, aclarando por qué hicimos lo que hicimos en cada uno de los libros precedentes.
Quería señalar también mi creciente interés por un programa de artes integradas, de manera que mis últimas reflexiones sobre la educación musical habrían de conducir a las primeras ideas relacionadas con este tema más amplio.
Charlábamos acerca de esto, cuando mi editor me pasó un pedido reciente para uno de mis libros. Cantidad: 1 (uno) Autor: R. MURRAY SCHAFER Título: EL RINOCERONTE EN EL AULA Deduje, que por lo menos, estaban anticipando alguna cosa conspicua.
Lo más conspicuo que hay en un aula es siempre el maestro. Provocativo, dominante, más grande que la vida, el maestro es el rinoceronte.
Ser diferente a los demás es una condición natural de la enseñanza, pero jamás ningún docente debe sentirse avergonzado por eso. El maestro trascendente no sólo es diferente de sus alumnos, sino también es diferente de otros maestros.
Entonces, cada vez que discutimos sobre filosofía de la educación, deberíamos usar el pronombre personal. Debería tomarse con recelo cualquier afirmación o empresa a la que no puedan preceder las palabras "yo creo".
Yo creo que cada docente es una idiosincrasia.
Creo que cada docente está primariamente educándose a sí mismo, y que si esta actividad es interesante resultará contagiosa para aquellos que lo rodean.
Creo que cualquier proyecto educativo que no hace crecer al maestro es falso.
Creo que el maestro es fundamentalmente un alumno, y que en el momento en que deja de serlo la filosofía de la educación tiene problemas.
El pintor Paul Klee acostumbraba decir que consideraba criminal que sus alumnos debieran pagar por las lecciones, cuando él mismo aprendía tanto de la experiencia de ensenar. Así es precisamente como debería ser.
Cuando la cultura es cambiante, el título de maestro debe permanecer provisional.
Algunos docentes desearían tomar prestado mi pronombre personal, o podrán sentir que yo tomé prestado el de ellos. Otros, hallándose en desacuerdo, proveerán una antítesis. Aprendiendo unos de otros llevaremos la profesión a niveles más elevados.
Máximas para Educadores
Para mantenerme en línea, escribí sobre mi escritorio algunas máximas.para educadores. Son las siguientes:
1. El primer paso práctico en cualquier reforma educativa es darlo.
2. En educación, los fracasos son más importantes que los éxitos. No hay nada tan deprimente como una historia de éxito.
3. Enseñe al borde del peligro.
4. Ya no hay maestros. Sólo una comunidad de aprendices.
5. No desarrolle una filosofía de la educación para los demás. Desarrolle una para usted mismo. Quizás algunos desearán compartirla con usted.
6. Para el niño de cinco años, el arte es vida y la vida es arte. Para el de seis, la Vida es vida y el arte es arte. El primer año de escuela es un jalón en la historia del niño: un trauma.
7. El antiguo enfoque: el maestro tiene información; el alumno tiene la cabeza vacía. El objetivo del maestro: introducir información en la cabeza vacía del alumno. Observaciones: al comienzo, el maestro es un imbécil; al final, el alumno es un imbécil.
8. Por el contrario, una clase debería ser una hora de mil descubrimientos. Para que esto suceda, el maestro y el alumno deberían primero descubrirse recíprocamente.
9. ¿Por qué será que los únicos que nunca rinden examen de ingreso a sus propios cursos son los maestros?
10. Enseñe siempre de manera provisional. Sólo Dios puede estar seguro.
Nota de interés: esto fue escrito en los ochenta
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