LO QUE ENLOQUECE (ESCRITO ENLOQUECIDO)

... es que la llave la tenga el otro. no de lo suyo, sino de lo mío. lo que enloquece es que la llave se la haya dado yo y hasta me cueste pedírsela porque pobre. lo que enloquece es que él se haya apropiado de la llave sin que yo se la haya dado. lo que enloquece es que no tiene llave de lo propio pero tiene llave de lo mío. lo que enloquece es que se quedó con la llave de lo nuestro.

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lo que enloquece es que lo nuestro tiene que tener dos llaves porque es nuestro. de dos digo. hay nuestro de más de dos llaves, pero éste es nuestro de dos, te lo firmo. enloquece porque teníamos que tener los dos la llave de eso, de ese espacio nuestro. y si te las quedaste vos, sólo vos podés entrar. y si te las quedaste vos, sólo vos podés encerrarme adentro o encerrarme afuera de lo nuestro.

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y es que el corazón es tan sutil, es un espacio tan grande y tan noble que siempre genera más espacio y se expande hacia todas partes porque no es puramente físico. tenemos muchos cuerpos, dicen, he escuchado. y el del corazón es espacio expandido hasta vaya uno a saber dónde, hasta vaya uno a saber cuándo, porque como las estrellas, una vez muerto sigue irradiando luz. por eso es un espacio sutil, noble, delicado, inmensamente extenso. ojo a quién le das la llave, a ver si te bloquean esa arteria y ni se dan cuenta. a ver si dejan una habitación del corazón deshabitada.

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lo que enloquece es esa llave de tu cuerpo que por derecho te fue dada y que usaron en tu contra. lo que enloquece es que recién a los veintiuno tuvieras la potestad, la patria otorgada de esa parcela de soberanía llamada yo, mi sexo, mi cuerpo, mi alma, mis decisiones por decisión de un juez externo a tu cuerpo, a tu alma, a tus decisiones y a tu sexo. lo que enloquece es que esa carta que escribiste de nena no tuviera llave. que recién a los veintiuno tuvieras la potestad, la patria otorgada de esa parcela de soberanía llamada mi escritura. 

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lo que enloquece es que la llave la tenga el otro. no de lo suyo, sino de lo mío. lo que enloquece es que la llave se la haya dado yo y hasta me cueste pedírsela porque pobre. lo que enloquece es que él se haya apropiado de la llave sin que yo se la haya dado. lo que enloquece es que no tiene llave de lo propio pero tiene llave de lo mío. lo que enloquece es que se quedó con la llave de lo nuestro. lo que enloquece es que él se haya apropiado de la llave y la lleve. lejos la lleve. hacia el abandono.