Sentir es un acto de coraje. Sentir es estar abierto a la vida.
¿Quieres saber qué es lo que veo a diario en la gente que acompaño, cuál es el factor común que une prácticamente todos los procesos de crecimiento, cuál es el freno más importante que nos imponemos a nosotros mismos y que nos impide tener una vida plena?
Tenemos miedo de sentir.
Sí, así como lo lees, todos tenemos miedo de sentir lo que nos pasa. Y para algunas emociones esto podría ser entendible: enojo, dolor, angustia, miedo... pero ¿puedes ver la falla en todo esto? El miedo a sentir miedo te ancla en el miedo, la angustia de sentir angustia te deja en contacto con lo que no quieres, el enojo que no escuchas no puede informarte del dolor y la tristeza que está tapando...
Porque toda emoción viene a informarte algo importante, algo valioso acerca de ti mismo: cuáles son tus valores, qué cosas son importantes para ti, qué cosas te hacen bien y qué cosas te hacen mal.
Cuando intentas tapar todo eso estás intentando matar al mensajero por rechazar el mensaje. El mensajero viene a avisarte que están invadiendo el reino pero tú no quieres escucharlo, tú no quieres saber nada de todo aquello, así que matas al mensajero. Pero, claro, la invasión está en curso, sólo que tú pretendes que no pasa nada.
Temer o rechazar algunas emociones por considerarlas malas o negativas es hasta entendible pero también, bueno... también hay quienes temen sentir amor.
Parece extraño, ¿verdad? Todos decimos estar en busca del amor, estar en busca de sentirnos amados pero muchas veces el amor nos aterra, nos asusta y... lo evitamos. Por muchos y variados motivos: una vez te fue mal, una vez te lastimaron, confiaste y te defraudaron, te abriste y no te cuidaron, tu vida está ordenada, ya estás grande, o todavía eres muy joven, o ya es muy tarde... o, o, o, oooooo... no importa cuál sea el motivo, la verdad es que muchas veces escapamos del amor.
¿Por qué hacemos eso?
Porque sentir, como una vez me ha dicho una de mis maestras, sentir es un acto de coraje. Y hoy puedo decir, también, que sentir es un acto de apertura hacia la vida.
Ahora... si no estás abierto a la vida, entonces,
¿A qué te estás abriendo?
¿De qué lado estás parado?
***
Cuando dejé de ir al pozo
Ese que no tenía agua para mí
Ese del que tanto quería beber
Decía
Cuando dejé de ir al pozo porque quería
Terriblemente quería
Insistentemente quería
Esa agua y no otra
Esa
Esa
Esa agua
Cuando dejé de ir a buscar
Esa agua que no había
Vi que el mundo está lleno de pozos
Pozos llenos de agua
Clara fresca rica mojada
Cuando dejé de ir al pozo en que no había
Ya nunca más volví a sentir
Sed
***
A la herida
Hay que cantarla
Hay que bailarla
Hay que tocarla
A la herida
Que queda
A la herida
Hay que exponerla
Hay que llorarla
Hay que dejar de
Negarla
Hay que amarla
A la herida que somos
Cuando ya no podemos ser
Más nada.
#escritosterapeuticos #maxycambiasso
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