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Se advierte a quien esté por leer esto que si no vio la película, anticipa algunas cosas, dicho lo cual prorrumpo en mis divagaciones habituales.
Ocurre que hace años vi algunas escenas de esta película, de la mitad para arriba digamos, y si bien no me quedó una imagen demasiado clara del argumento, sí me quedó la fascinación.
No recuerdo la causa, pero la había visto en forma discontinua, no vi el final ni tampoco el comienzo, me quedaron imágenes y como decía, una fascinación muy grande por esa historia entre el hermoso hombre peludo y la mujer que lo visitaba. Por lo cual, decidí buscarla, y aunque zoowoman fue destruida, aún nos va quedando este sitio ruso que tiene mucho para mirar.
"Fur" (Pelaje), difundida con el nombre de Retrato de una obsesión, es una fantasía acerca de la vida de Diane Arbus, la exquisita fotógrafa que eligió meterse en el mundo de lo "freak" y retratarlo amorosamente.
Aún sabiendo que no era una película biográfica estricta, esta segunda visita me hizo investigar un poco más acerca de la vida y la obra de Diane Arbus, y me encuentro con muchísimo material, que si bien tiene que ver en mucho con el argumento de la película, en los aspectos biográficos en que no coincide, termina resultando mucho más compleja y dramática su vida de lo que se muestra en el film.
Si en cambio me enfoco en su obra, es indudable, -además de los testimonios directos de la artista-, que tanto su intención como lo que realmente logró fue no sólo testimoniar, sino acercarse a lo diferente no desde una mirada externa sino desde adentro, desde un lugar amigo , y dar por resultado una experiencia fotográfica que nos pide detenernos en esas imágenes de gente que en la realidad suele ser eludida con la mirada por su deformidad, invitando a ver la belleza de esa deformidad o rareza.
Pero lo más raro, es que invita a ver la rareza en la normalidad, lo monstruoso en lo normal, o sea que no se remite a poner la rareza en unos y no en otros, sino en asumir nuestra rareza radical, la propia, con el cual el mundo se redefine de algún modo.
El mundo se redefine, porque ya no queda escindido entre normales y no normales, sino en múltiples modos de existir coexistentes.
La obra de Arbus es de una magnitud e intensidad elocuente y conmovedora.
Lionel existió y ella lo conoció, pero no hay evidencias de una relación amorosa entre ambos, sí en cambio del amor fortísimo que experimentó por su marido, quien en realidad fue quien la dejó por haberse enamorado de otra mujer, por lo cual no es la transformación de Diane la que da por resultado su separación, - que por otra parte la deja bastante maltrecha-, sino que esa transformación nodal, ese punto bisagra ya estaba en ciernes.
Sabiendo pues las diferencias existentes, me concentraré en la película, así fuera que estuviera relatando otra historia por completo ajena a la de Diane Arbus.
Sentí muy hondo, más allá o más acá de en qué consista la rareza profesada por los protagonistas, que todos llevamos una rareza impresa dentro de nosotros mismos...ese "secreto" al que alude la película podrá ser más o menos inconfesable, pero siempre nos hace sentir especiales...
Desde hace un rato no tan largo me visita la rara certeza de que esa sensación de "desajuste", de inadecuación esencial como la llaman algunos, o de "ser especial", es algo constitutivo de todos los seres humanos, aún de los que aparentan un grado de "normalidad" incluso excesivo.
Todos realmente somos especiales y diferentes, lo sepamos o no, lo vivamos o no, lo aceptemos o no.
Creo que en definitiva ese viaje hacia la rareza personal, hacia la esencia del alma, más allá de en qué consista, o en qué creemos que consiste, -que no siempre es lo mismo-, es un viaje que termina mejorándonos, en el sentido que Jung le podría dar a esa palabra, en el de traer a la luz de la conciencia esas pepitas de oro que contiene la sombra como información para una vida que pueda integrarla, haciéndola más plena y auténtica: "Lo que niegas te somete; lo que aceptas te transforma".
Más allá del dato biográfico de que el personaje que encarna en forma soberbia Nicole Kidman se corresponda con la bien real Diane Arbus, esta fantasía sobre el motivo de su revelación interna, de su acercamiento al mundo de los seres "freaks" de quien ella también formaba parte; y más allá de la belleza de un Robert Downey que asoma esa mirada por momentos recién nacida por entre un matorral de pelos, en definitiva ,decía, improvisando palabras para mis sentires, creo que siempre acercarse al amor implica desnudarse, prestarle a alguien de nuestra más profunda confianza una maquinita de afeitar y dejarlo/a que afeite nuestro cuerpo y nuestra alma de punta a punta, exponiéndonos a su mirada, esa mirada que si nos ama nos encontrará bellos en todos nuestros matices, más allá de nuestras vergüenzas y rarezas.
En tal sentido Lionel supo ganarse la confianza de su afeitadora almática y corpórea, además de retratista, y la llave que le dejó antes de siquiera saber si iba a animarse a abrir o no la puerta, fue toda una gentileza de su parte, o un gesto de coraje, o una apuesta, o sea, nada más ni nada menos que lo que es entregar una llave.
También pensaba en que el peludo protagonista le dona a ella luego su pelo investido de otro formato, lo cual muestra el deseo de dar junto al de recibir, propio del amor, en todas sus manifestaciones genuinas.
Ese gozo emocionado ante el descubrimiento de sí mismo, de quién se es de verdad, y también ante el descubrimiento mutuo aparece en esta joyita, en donde eros y ternura no se separan nunca, aunque el mar se lleve una parte para siempre.
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