Un rinoceronte duerme debajo de mi cama.
Un rinoceronte enamorado duerme y sueña.
En la historieta, en las nubecitas
que disparan sus sueños, leo
que ama a su rinoceronta, que
con mortal pasión hechizado se detiene
frente a la pecera celeste de sus ojos
el ardiente ventanal de su boca
y que dulces latigazos de temblor
lo arrebatan con sólo evocarla leo
y leo: sólo olerle
la santidad de su carne cruda
le delira la cabezota y estremece
cada uno de sus recónditos huesos.
Yo sueño. Él sueña. Soñamos.
En realidad, no sé ya quién en lo cierto;
si yo, que cuento el humano amor de él;
o él, que cuenta el bestial amor de mí.
(de Campo minado, Summa poetica-Vinciguerra, 30° Aniversario, 1986-2016)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario