entro nuevamente a la danza con todos los seres que llevo puestos
recorro una por una todas las presencias que puedo, todos
los minutos encendidos de sus velas, los mejores legados
recorro la certeza de nombrarlos
de evocarlos o invocarlos en algún instante de mis días
agradecidamente
uno por uno desfilan en mis movimientos y mis brazos los saben
yo me llevo puesta y soy también
y me siento
como nueva en los advenimientos que señalan el camino
recogiendo lo mejor de mis vidas
y por un momento soy la que bailaba con las manos
en el despertar de los días sábados
cuando mi madre tocaba la balada de chopin en el piano
y yo acariciaba y cabalgaba sus sonidos en una danza privada
mientras miraba, si era primavera, las flores del ciruelo
asomando por mi ventana
privada también, por primera vez
todo va llegando desde la danza a mis brazos y se despliega
y se recoge para renacer
o para nacer
Después mi cuerpo es una sonrisa
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