fragmentos de 'PRÓLOGO', para el libro “HECHO A MANO”*
(“quién supiese escribir…” Ramón de Campoamor”)
Un libro es libre dicen. Sin embargo
este diálogo es deuda, de repente
lo he cometido todo por encargo
y recomendación de alguna gente.
… fue un puntapié, un ventarrón, más que un caramelo de dulce de leche…Lo edulcorado no le iba bien; pero sí fue ventarrón , fue un vientito travieso, y si fue puntapié, jamás descargado sobre pierna ajena, sino acaso sobre cosas que de tanto en tanto conviene despedir.
Si en algo escandalizó, nunca fue por capricho, porque sí, para molestar nomás, para estar en contra y por estar en contra : es que a veces intentar ser libre sin escándalo, sin hacer ruido, abre un revuelo de cosas rígidas que se quiebran y se caen, prejuicios de izquierda, de derecha y de centro, prejuicios a secas.
Y si en algo se parecía a los niños, era en su manera de ser franca. “El señor emperador está desnudo”.
Si supiera escribir, si me atreviese,
Decidiría sin socorro alguno
Pero vacilo porque me parece
Que es la poesía quien lo escribe a uno
No es cosa fácil inaugurar maneras, y ella hizo de la forma un fondo y viceversa; y si no es cómodo que eso pase dentro de los libros, menos aún es que traspase sus tapas.
Perdonen que sonría, qué frescura,
Y que no solemnice o menoscabe
Preceptos de actualísima escritura
Que mecanizan retorcida clave
Compuso canciones para todas las edades, paseándoles las palabras por todos los ritmos argentinos y latinoamericanos (“La vaca estudiosa” es una baguala, “Canción de caminantes”, “Serenata para la tierra de uno” y “Como la cigarra” son variantes de la milonga, “Barco quieto”, una zamba exquisita, “Para los demás” un son cubano, “Mis ganas de verte” bossa nova, etc, etc, etc) , y hasta coqueteó con el jazz y sus parientes (“Twist del mono Liso”, “La calle del gato que pes”, etc)…
Fue intérprete no sólo de lo propio, sino del cancionero tradicional, anónimo, de América y de España…
Hizo poesía seria , ganó premios, rompió esquemas sin romper nada, - que es la forma más difícil de romperlos-, hizo televisión, opinó sobre política para luego cansarse de opinar en un país que aún hoy sigue mirando todo en blanco y negro.
Me gusta, como al pueblo y a la infancia,
Jugar con sonsonete de medida
Y entre la artesanía y la ignorancia
Por ahora me doy por aludida
No hay mucho para agregar sobre ella, sobre su escritura y sus aportes a la cultura nacional que no esté dicho en el excelente libro de Ilse A. Luraschi y Kay Sibbald “María Elena Walsh, o el desafío de la limitación” (Editorial Sudamericana).
El resto (aparte de muchos reportajes que se pueden ver en la red), radica en leer sus libros, sus poemas y calar a fondo en una producción personal y entrañable
No sé, yo solamente versifico,
pura conversación a mi manera.
Y su inutilidad se la dedico
A los que me pidieron que escribiera.
La Walsh ha dejado una obra trascendente para los niños…”ni dormido ni despierto, como todas las mañanas/ Don Enrique del Meñique / tiene ganas muchas ganas/ de tomarse un desayuno / con catorce medias lanas”…Y los niños ríen!
“Mírenme, soy feliz /entre las hojas que cantan,/ cuando atraviesa el jardín/ el viento en monopatín”…y los niños vuelan y se emocionan, hoy como hace treinta años…
Pero da la casualidad que ayer murió María Elena, y desgraciadamente cuando se muere la gente,-y eso en el mejor de los casos-, es cuando se le da al resto por recordar lo que hicieron cuando estaban vivos.
Murió de vida, -como ella lo deseaba-, y sin vender su alma a nadie, cosa que no es poco en este mundo para ella poco amable, en el que echaba de menos la belleza, el tiempo libre, y otras tantas cosas…
Es mi deseo, patria nuestra, que algún día nos dejemos de póstumos honores y nos dediquemos a que desde pequeños tus hijos convivan con lo mejor que diste al mundo; que los televisores algún día tengan espacio para tus mejores hijos en vez de regalárselos al olvido o al cemento conmemorativo.
Para que nadie más tenga que decir como ella:
"Pobre de mí
Que en esta tierra nací,
Y en otra no sé vivir"*
Y muchos más digamos
“cultivo la rosa blanca
Y la buena voluntad
Para el que me da la mano y al otro
Que no me la da”**
* de "Hecho a mano", María E. Walsh, 1965
** "Para los demás", canción de M.E. Waslh para "grandes" (son cubano)
Muy hermoso este homenaje. La cita martiana del último fragmento confirma la vocación humanista, latinoamericana y universal de María Elena Walsh. Una auténtica maestra.
ResponderBorrarSaludos desde Río
"Cultivo la rosa blanca
ResponderBorraren junio comno en enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca.
Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo:
cultivo la rosa blanca"
Aquí lo aprendíamos en la Escuela...Ya no se estila.
Otro humanista Martí, sin dudas.Y otro gran maestro para el mundo.
Gracias Jorge Braulio
...traigo
ResponderBorrarsangre
de
la
tarde
herida
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...
desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ
COMPARTIENDO ILUSION
CLAUDIA
CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...
ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE ALBATROS GLADIATOR, ACEBO CUMBRES BORRASCOSAS, ENEMIGO A LAS PUERTAS, CACHORRO, FANTASMA DE LA OPERA, BLADE RUUNER Y CHOCOLATE.
José
Ramón...
Gracias José Ramón por tu mensaje! me daré una vuelta por tus blogs, con todo gusto.Un saludo desde Buenos Aires para tí
ResponderBorrarClaudia: compañera de "Instantes Eternos".
ResponderBorrarMe ha encantado tu blog. Un hermoso espacio. Por lo que me he sumado a tus seguidores y he añadido tu enlace a mi blog "Hojas de Haiku".
Tras el recorrido dejo mi comentario en este merecido homenaje a nuestra querida María Elena.
Un sentido homenaje el de tus palabras, y conmovedor. Reflexiono sobre ellas ¡y dicen tanto! Argentinos fatalistas, quizás... Tenemos tanto material humano para homenajear en vida, pero esperamos la muerte para hacerlo.
Ojalá aprendamos, porque el talento de María Elena sigue vivo.
Desde Córdoba, Argentina, un fuerte abrazo.
Veo que el retoño que empezaba a crecer en el 83 hoy es un arbol con muchos frutos y que seguira creciendo.
ResponderBorrarQue ese mismo sol que te ilumino lo siga haciendo ahora y por siempre.
Sergio
Gracias Sergio por el regalo de tus palabras que expresan tanto afecto. Un gran abrazo!!!
BorrarJuan Carlos:te agradezco enormemente tus palabras, que me dan un gran aliento!Ojalá como argentinos aprendamos otras maneras de homenajear a nuestros compatriotas: acaso la mejor sería difundir su obra siempre.
ResponderBorrarTe mando un gran abrazo, ya desde buenos Aires nuevamente!
Sergio: muchas gracias por tus palabras! Lo mismo para vos, que sigas creciendo y dando frutos! Un abrazo
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