ORACIÓN EMPACADA

I

Dolorosamente azul vuelve la pena.

Enfurecidamente verde

vuelve la ira a esclarecer mis huesos.

Vuelve, se va,

me enloquece con su danza

moralmente inaceptable

políticamente incorrecta ...

Vuelve la pena a envolverme, vuelve

con su laberíntico estado de comillas...

Y vuelve la ira a enfurecerme

con su caballo verde de esperanza .

Pero vuelve a salvarme la irazamba...

Como un salvavidas de oro, viene

a galopar con la palabra miedo

la ira mansa,

como yegua decididamente firme,

serenamente empacadadísima.

II

La mula mansa

(educada tierna encantadora

aunque no menos mula por tierna ni por mansa)

casi diríase que no pareciera una mula.

El espejo del arroyo le ofrece su propia imagen

peligrosamente inocente...

Pero ella sabe que no es lo que muestra su reflejo

¿Ella sabe que no es lo que muestra su reflejo?

No puede saberlo...

Por eso es incautamente cautelosa

mansamente rebelde

quietamente fugaz e inapresable

Ella se mueve a la velocidad de la luz

mularmente atada a su lugar aparente, ella viaja

rápida como un lince

astuta como un zorro

viaja la mula quieta por los laberintos del mundo

se adentra y se despega

se abre paso

y mira tan mansamente que pareciera

que alguno con poco amor adentro pudiera sorprenderla con un golpe imprevisto...

pero no : Ella es mula

y sabe desde pequeña empacarse en una felicidad torva

defendida con los dientes con el pasto con las coces...

Ella sabe mejor que nadie encajar la patada certera

al desamor,

al crudo mundo,

a la estúpida mansedumbre,

al desamparo.

C. Bakún



Imagen tomada del sitio bluesplayer.co.uk