...Guardo hojas, pétalos en los libros...Uno de Lezama Lima, -que es bien grueso-, es el preferido últimamente...Pero también las reencuentro en el de Ungaretti, en los libros de haikus, hasta en el D.N.I!
¡Caramba! ¡Qué obsesión la de volver una y otra vez al árbol!...
Al árbol del cual están llenas de vida las hojas del libro en que guardo al árbol...
Hermosa entrada, Claudia.
ResponderBorrarUn hermoso homenaje a nuestro amigo: el árbol, desde el olmo viejo de don Antonio hasta esta tu costumbre (¡y la de tantos!) de guardar hojas y pétalos.
Algo tan íntimo nos vincula a él, tan profundo, porque formamos parte del mismo misterio...
Gracias, amiga.
Un fuerte abrazo.
Gracias Juan Carlos, como siempre, amigo!
ResponderBorrarFormamos parte del mismo misterio...Y seguirán muchos árboles más!
Un abrazo
La pluralidad y la diversidad son solo el juego de la mente. La realidad es una
ResponderBorrarNisargadatta