Y ahí andamos, pululando sin ser vistos
hasta que algún compañero nos reconoce
como en la película de wim wenders
reconocían los ángeles encarnados
a los que recién llegaban
Supimos del miedo
y de la duda de ser nosotros
de la duda sobre todo y todos
De cuidarnos donde no era
y no cuidarnos donde era
Anduvimos
cargando amuletos y precauciones,
Aún pareciendo andar bien
aún pareciendo que arriesgábamos
y que reíamos
algo no funcionaba
Siempre ese sello de no alcanza
en la frente
Un día
tuvimos que saltar
para cuidar la belleza
Y la red se abrió mientras saltábamos
como dicen bien
Y fuimos trapecistas, acróbatas
equilibristas
saltimbanquis
payasos tristes y alegres
Anduvimos por los tejados
como gatos en celo
Desconocimos el paisaje
o lo miramos desde un lugar al que nunca antes
habíamos llegado
Por eso todo se mostró distinto
Nos pulverizamos
Aprendimos a levantarnos
y a fabricarnos un dios
que nos enseñara a dejar de mendigar
Trabajamos mucho
porque no quisimos
resentirnos
Renegamos
de un destino sin belleza
Tiramos semillas al voleo
botellas al mar
y hoy
algo nace
Y somos como los ángeles encarnados
de wim wenders
parlanchines y ávidos
deseosos de probar todo
con nuestros labios
apostando a que el salto
nos devuelva los colores
que el saber no nos daba
Y a que alguien por la calle nos diga
¡Compañero!
con la misma alegría
Y nos acompañe a caminar
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