si no vamos a resignar nuestra sensibilidad
frente a la brutalidad, la miseria, el horror
si anestesiarse no es la opción
si frente a cada decepción y cada maravilla
seguiremos asombrándonos como niños,
para poder enamorarnos del mundo
pues entonces
habrá que ser creativos
¡el cerebro humano puede tanto!
mucho más que decir frases hechas
que decretar el deseo e ignorar el cimbronazo
que resignarse a que el amor sea menos
a que la vida sea menos
a que la dignidad sea menos
Habrá que ser creativos
para no inmolarse
ni inmunizarse
para explorar el abanico
la caja de herramientas
Para ejercer una aventura que se asuma
que esté advertida de sí
de que también entre el paraíso y el infierno
hay espacio
de que entre el enamoramiento y el amor
hay espacio
que no es para purgar
sino para ser recorrido
El nombre inmenso de las cosas que existen
dentro y fuera de nos
puede inventar una puerta para poner a salvo
la inocencia
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