Por razones del azar y del deseo, estoy comenzando a acercarme a la obra de Tennesse Williams. Caminando una tarde por la feria de parque Rivadavia, compré sin dudarlo un librito de Losada en el que conviven "El zoológico de cristal" y "Período de ajuste", movida por la necesidad de acercarme a ese autor, y por la casi absoluta certeza de que podría devorar ese libro en vez de dejarlo a medio leer, olvidado en alguna parte de la biblioteca.
Quizás por compartir con T.W. algo de la piadosa actitud de acogimiento ante todo aquello que está desvalido en este mundo, y ya que las frágiles criaturas de vidrio han tenido su más que merecido homenaje al ser llevadas a la escena teatral y cinematográfica, así como su profusión de palabras de agradecimiento a las que me sumo fascinada, dedicaré un espacio a esta segunda obra, posterior al Zoo, por hacerle un honor que creo que merece.
Y es que en "Período de ajuste" (así como en "El Zoo de cristal"),aparece una profunda comprensión del ser humano, unos personajes que aunque disímiles entre sí, nos permiten reconocernos un poco en cada uno de ellos.
T.W. es piadoso, no en el sentido pacato de la palabra, sino en aquél que nos mueve a ver el lado bello o humanamente precioso que pueda haber aún en lo más "estrambótico", para hacer uso de la palabra con que uno de los personajes describe el caracter del otro, que es su viejo amigo y, -como él mismo-, héroe en la guerra de Corea.
En esta obra de tres personajes centrales y otros cuatro periféricos, se puede acceder a los conflictos del ser humano relacionados con la relación entre los sexos, el condicionamiento cultural que promueve el silenciamiento de los problemas en el corazón de las parejas, el machismo como fuente de distanciamiento respecto de lo femenino interno y externo, y el desafío que implica lograr que la ternura sea la ganadora en una batalla que podría parecer perdida a simple vista.
También se ponen en juego aquí, aunque con otro nivel de protagonismo que, a mi entender, no le quita significación, la lucha por la autenticidad, y el desenmascaramiento de las propias miserias ante sí mismo y ante un otro que podría ser actor involuntario de una mentira.
La acción transcurre en un suburbio, y se sitúa en una noche de Navidad, particularmente fría, en que Ralph acaba de ser abandonado por su mujer tras haber dejado su trabajo como empleado del padre de la misma.Esa misma noche han sido invitados los recién casados George e Isabel, quienes han pasado acaso la peor de las noches de bodas imaginable.
La situación es bizarra, ya que Isabel ha sido enfermera de un George convaleciente, que tras la guerra ha quedado casi impedido por súbitos temblores de causa desconocida, y a su vez Ralph confiesa haber estado casado con una mujer de la que no estaba enamorado, por piedad , -ya que era una chica extremadamente fea y que sufría de "frigidez psicológica" al conocerlo-, y por un interés económico inducido por el padre de ella, quien le había suplicado que la tomara como esposa.
El tema de la "frigidez", de la dificultad para acceder a las relaciones sexuales aparece en la obra como una constante, pasando de ser aparentemente un problema de las mujeres elegidas por ambos, a ser en verdad el obstáculo real subyacente en el falso alardeo de virilidad de George, además de un símbolo de la "distancia" afectiva impuesta o autoimpuesta de diversas formas: una distancia que necesita ser socorrida por la verdad y la humildad, por la risa y por el llanto vividos con sinceridad.
Es interesante la metáfora dada por la situación del suburbio en que transcurre la obra, ya que se llama Punto Alto pero está edificado sobre una caverna subterránea que se hunde un poco más cada día.Del mismo modo en que la mentira sobre la que están construidas las relaciones de los personajes, así como sus propias subjetividades, podrían correr la misma suerte
En Ralph se encarna un mundo más abierto a las contradicciones, ya que si bien siente repulsa ante la posibilidad de que su pequeño hijo haya salido "marica", también es capaz de reconocer la necesidad de ternura como propia y como vía de acceso por excelencia para llegar a tocar lo erótico en el alma femenina. Ralph , por expresa indicación del autor, va a constituirse en un personaje capaz de conmoverse y preocuparse genuinamente por los demás, un personaje que será capaz de hacer reír a Isabel, esa "damita" desesperada que pasará a solas con Ralph momentos de confesiones mutuas, ya que su esposo no regresa de lo que ella cree un abandono, tras dejarla depositada en casa de su amigo.
Isabel es un personaje sumamente rico, espontáneo, inteligente, que va creciendo a través del desarrollo del texto.En ella también se da lo abierto, la capacidad de preguntarse más que la de ostentar ideas cerradas.
Muy interesante resulta también el diálogo entre los dos varones: su soledad como héroes de una nación que termina olvidándolos, la lucha por realizarse laboralmente en un proyecto que los represente en forma genuina, la necesidad de ser comprendidos por sus mujeres más allá de lo monetario, como personas necesitadas ante todo de autodeterminación y dignidad.
En la obra el perdón representa un personaje invisible, que torna posible la superación del horror, la impotencia y la miseria personal.
"Por dentro o por fuera, todos tiemblan de una forma u otra, amorcito. (...) El mundo es un hospital, grande, un enorme pabellón de enfermedades nerviosas...(...) "
O como diría Caetano Veloso ,"de cerca nadie es normal"...A menos que quien aprecie esta obra ( o, por lo que voy advirtiendo, cualquiera del universo de este creador) desee situarse desde afuera, viendo en sus personajes no ya las luces y sombras que todos llevamos dentro, sino solamente un desfile de seres transtornados , cuya ajenidad en nada nos roza.
Tal vez parecido a construir la casa sobre una caverna subterránea.
C.Bakún, Abril de 2015.
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