Dicen que el tiempo lo cura todo
Todo locura el tiempo, todo delirio
el tiempo anclado, ciego,
aprisionado.
El tiempo sólo, no: la lucidez
La manera de hurgar en recovecos
felices e infelices
El modo de doler y sin embargo
desvelar la patraña, la pegajosa red
de arañas finas.
El tiempo sólo no, sí darse cuenta
-después de mucho andar cargando el alma-
que nada se ve igual después del viaje
Que en el retorno a lo conocido
pocos paisajes resisten ser mirados
desde otro ángulo otra altura otra mirada
Porque no son los años, no,
sino el camino
(fotografía propia)
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