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domingo, 30 de mayo de 2021

EL SUEÑO DE VOLAR


Miro esta pintura. La trapecista de "Las alas del deseo" está mirando a la niña que en el ángulo izquierdo está subida a una flor. 

La niña tiene alitas, robadas a sus dibujitos de niñez... Pasaba horas y horas dibujando, y  casi siempre eran figuras femeninas cuyos vestidos eran delirantes excusas para dejar volar la imaginación y los marcadores de colores. Cada vestido era una creación única.

La niña, esa niña que fui, entre otras cosas investigaba las flores del patio de la casa de Dorrego. Todos los macetones blancos pintados por la tía Mary tenían plantas con flores, y a ella le gustaban todas, pero le llamaba mucho la atención el rosal chino. Las rosas chinas eran coloradas, y asomaba desde su centro un largo reservorio de polen al que visitaban mariposas y otros bichitos voladores.

Ella relacionaba estrechamente la capacidad de volar con el polen. Entonces, casi a escondidas de los adultos, se untaba de polen la nariz y luego se subía a uno de los sillones del patio, bien cojudos, de hierro pintado también de blanco, y se largaba al piso moviendo los bracitos como alas, con la ilusión de que el polen de su nariz la ayudara a volar. Cada vez que lo hacía contaba los segundos y se ponía orgullosa del tiempo que podía permanecer en el aire.

La niña también fantaseaba con ser artista de circo: le fascinaban las equilibristas, las que caminaban por la cuerda floja con una sombrilla en una de sus manos, y también las contorsionistas y las trapecistas.

Esa niña tímida fue creciendo y creciendo y un día fue a ver al cine la película "Las alas del deseo" y se quedó enamorada para siempre. Consiguió hasta el libreto y una copia en vhs que la verdad era bastante deplorable, pero ella la miraba, ponía pausa y tomaba sus anotaciones. La fascinó el personaje de Marion, la trapecista. Era lo que ella había soñado en su infancia, la mujer que había soñado.

En este cuadro Marion le hace un guiño a la niña que fui, le sonríe, tal vez invitándola a volar sobre las aguas doradas por el sol, sobre colores y pétalos. Es un momento feliz.


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