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martes, 20 de agosto de 2024

lo que surja, improvisación aguja en mano



todo será audacia en lo que surja, no hay modo de ir a donde no sabemos por donde sabemos, aunque San Juan de la Cruz le de a ese ir un don de llegada, porque para él es un venir.

todo será aventura aun en la tarea más rutinaria, porque incluso en el quehacer que más premeditación y alevosía requiera, siempre habrá una pizca de imprevisto, un algo fuera de libreto que ponga a prueba el arte del o de los aventurados.

porque todo arte es una forma del encuentro, aun consigo mismo, algo va y viene desde el ser a la obra y desde la obra al ser, algo dialoga entre el que crea y lo que va creando, hay un arte del encuentro en cada pincelada, en cada pedacito de papel, en cada paso de la bailarina.

y en el error incluso es más graciosa la forma, porque la gracia, entendida como presente imperfecto en que se pone de manifiesto la autenticidad, tiene mucho más lugar donde la factura se expone.

la factura expuesta no es fractura, sino la afirmación del gozo con que no vale la pena ocultar las puntadas, el hilo en las fracasadas puntillas, el trabajo de parches, la belleza en el paso errado de la bailarina, según dijera en su Ciudadela Saint Exupery, el error del otro en la propia ternura, según enarbolara para todos Viglietti.

será audaz quien se atreva a salir de lo previsto si es necesario para agrandar la belleza y la espesura de la obra, quien introduzca una puntuación diferente en la trama, quien desaparezca para aparecer de otro modo más feliz, más auténtico, más verdadero.

darle curso a la cursiva, seguir el curso de un río, estar dispuesto, estar expuesto.


miércoles, 1 de mayo de 2024

SÓLO PARA EXCÉNTRICOS




Cuando me proponían meditar, hace unas décadas, sentí que eso era algo bueno tal vez, pero raro, algo desencajado, ampuloso, quizás innecesario, algo hermético, que no llegaba a comprender por más que leyera sobre eso, algo para excéntricos.


Tímidamente, incursioné en el zen, un picoteo esporádico que me dejaba una sensación de bienestar pero no tanto, algo dentro de lo que yo buscaba otra cosa que no encontraba, y que no sabía bien qué era, y que nadie tampoco me decía en qué consistía.


Hay quienes siguen meditando para sentirse así. Especiales, excéntricos, alejados del ruido mundano, elevados, felices, extasiados, capaces de acceder a estados de conciencia extraordinarios, y algo de eso suena interesante y puede serlo.


Otros entendemos que la meditación nos abre a la realidad de lo que somos, de lo que son los demás, de lo que es la vida. Que la meditación nos empieza a desnudar de poses, de ilusiones sobre nosotros mismos, y nos pone en contacto con la piel de las cosas, de los sucesos, y con nuestra propia piel, en lo que tiene de rugoso como en lo que tiene de suave, en sus costras y cicatrices y en su dimensión ilesa. La piel de nuestra alma, una y otra vez.


Al acceder a la piel de nuestra alma, ya no puede haber demasiado engaño en cuanto a la piel del alma ajena, y viceversa, no nos venden la pureza ilimitada, ni la amorosidad sin mácula, no nos compramos que la toxicidad sea ajena ni tampoco que sea sólo propia, no compramos mentiras ni siquiera las nuestras que tan tentadoras nos sonaban otrora.


No. Meditar puede ser incómodo, porque nos abre, y en toda apertura hay cancelación del obstinado apetito de absoluto que se esconde en las respuestas rápidas, en la disposición a no escuchar, a no profundizar, a seguir tentadoras recetas para la felicidad.


Y lo que es más amenazante aún: meditar no es algo que se haga solamente ni principalmente sentado. Meditar es un modo de vivir que nos dispone a ralentizar la respuesta para que surja espacio entre lo que creo ser y lo que soy, entre lo que sucede y lo que me sucede, entre lo que dicen los otros y lo que digo y viceversa, Meditar es algo que predispone en el fondo a reírse de los absolutos, a desear ser auténtico incluso a contrapelo de las conveniencias. Meditar es ser, por debajo y por arriba de la norma. Y es desafiar la noción de que haya arriba y debajo de algo.


Meditar como camino, puede incluir momentos de ser profundamente incorrecto, políticamente incorrecto, incluye enojarse y demostrarlo, y también todo lo contrario. El camino que abre la meditación es el de una apertura sincera que permite corregir una y mil veces, barajar y dar de nuevo a cada paso y encontrar una forma de incluirnos de lleno en la humanidad, no afuera de nada, no afuera del mal ni. . afuera del bien, y sobre todo, no a salvo, nunca.


Ser humanos, plenamente humanos no nos pone a salvo del peligro de enfermar, de ser malos por momentos, de morir, de lastimar o lastimarnos, no nos cristaliza en el lado bueno, ni en el lado cómodo de la vida. Ser humanos es una vocación de por vida, un desafío a nuestras costumbres, una invitación a renacer a cada instante, y la vía de la meditación es ese canal de apertura que nos amplifica la sensibilidad y nos libera una y otra vez.



jueves, 25 de abril de 2024

El ruido de los otros



Aprender a ser dulce

Aprender a ser mala

Lo suficientemente dulce 

lo suficientemente mala 

como para ser 

lo suficientemente buena.

Aprender del modo en que se abren las corolas 

cómo era eso de sentir Amor y expresarlo. 

Y de los perros, eso otro 

de no confundir gruñidos con mordidas.

De los gatos, a amar en libertad 

y que todos se hagan cruces 

cuando se van de la casa por la noche

sin dejar ni una nota. 

De la costra del pan, a esconder la ternura 

ante dentaduras ingratas.

Del sol, a irse a dormir sin culpas 

por dejar de iluminar el mundo. 

Y de la luna, a que te admiren en medio de la oscuridad.

Hay que aprender de la piedra a que te digan 

lo dura que sos y lo insensible 

mientras el río te canta un piropo milenario.

Aprender a andar sabiendo quién se es entre los que no te saben 

Aprender a abrirse y cómo hacerlo 

Y aprender a cerrarse eficazmente 

del ruido de los otros.                       


viernes, 9 de febrero de 2024

Sincronicidad musical, David Mora - Virginia Gawel


dice Virginia, - y es mi idea al compartir esto-, que quienes anden por Murcia no se lo pierdan. 

Pues eso. 

Comparto sus palabras:

SINCRONICIDAD MUSICAL

Para quienes estén cerca y quieran participar de este evento, va mi invitación especial. Todo nació en un día de 2023 en que un músico español me explicó que quería componer música en base a un poema de mi autoría: "Sincronicidad". Le dije que sí, desde ya, imaginando que le pondría música al poema y lo convertiría en canción. Pero fue mucho más que eso!

A los pocos meses me envía el fruto de su creación: una obra para banda de vientos (88 instrumentos) con 5 movimientos, uno por cada estrofa del poema. En este segundo mensaje me pedía permiso para sumar mi voz recitando el poema como un instrumento más, sonando desde distintos puntos del teatro el primer verso de cada estrofa (título de cada movimiento) y la última estrofa recitada entera. FUE ENTONCES QUE ME PUSE LOS AURICULARES Y ESCUCHÉ. Me tembló el espíritu! Una obra realmente transpersonal, espiralada, que transmitía cabalmente el espíritu de esos "Asombrosos hilos invisibles" con que nos teje la vida, y que se muestran a través de los hechos SINCRÓNICOS. 

Carl Jung llamó SINCRONICIDAD a esas coincidencias significativas que no son por azar, ni tampoco por ley de causa y efecto. Son un pasaje al ASOMBRO, a intuir que ESTAMOS ENTRETEJIDOS. Esta obra musical es la mejor expresión que podría yo haber encontrado para ilustrar este tema. CREO QUE JUNG LA AMARÍA. 

Será grabada y filmada, pero si están cerca de Murcia o conocen a alguien por allí, tal vez luego pueda contarnos cómo fue embeberse de esos sonidos llenos de Vida. El Auditorio es un lugar de belleza excepcional, con excelente acústica. Que lo disfruten! Pronto compartiré también el poema.

Un cálido abrazo siempre!

Virginia Gawel

martes, 21 de noviembre de 2023

CAMINA VALIENTEMENTE HACIA TU NUEVA VIDA, de Jeff Foster

CAMINA VALIENTEMENTE HACIA TU NUEVA VIDA.


Algunos de ustedes necesitarán escuchar esto ahora mismo:

Ignora tus pensamientos. Ignóralos.

(Al menos los que te deprimen,

los que no te sirven.)

Acepta que están ahí, déjalos estar ahí, por supuesto, pero ignóralos de todos modos.

¿Qué quiere decir esto? Es decir, no los sigas. No los obedezcas. No dejes que te digan lo que es verdad, real o correcto. No te identifiques con ellos.

Son sólo pensamientos, impresiones fugaces en la mente, olas en el océano del Ser.

Ignóralos.

Incluso si gritan y gritan, ignóralos.

Incluso si gritan lobo, o león, o gritan “¡algo malo pasará si nos ignoras!”, aun así, ignóralos.

Déjalos tener su rabieta e ignóralos.

Inclínate ante ellos, envíales amor, diles que se les permite dar su opinión y que pueden quedarse todo el tiempo que quieran e ignóralos.

Ignóralos y continúa con tu día. Haciendo… la cosa. Lo que te asusta, lo que te hace sentir vivo, lo que se siente correcto y verdadero en el fondo de tu corazón.

Di tu verdad. Camina tu camino. Ten esa conversación difícil, incluso si estás temblando, tu corazón se acelera y tu mente te dice que CORRAS DE VUELTA A LA SEGURIDAD.

Ignora esos pensamientos de duda, miedo y vergüenza y sigue adelante de todos modos.

O no lo hagas.

Pero mira, tú no estás controlado por tu mente.

Eres el hogar de los pensamientos, no su cautivo.

Eres el testigo de las creencias, no el creyente.

Eres la libertad de pensar, no los pensamientos que piensas.

Deja que la mente proteste, deja que grite ¡VUELVE ATRÁS!...

… y camina con valentía hacia tu nueva vida.


-Jeff Foster-

domingo, 19 de marzo de 2023

Kintsugi


Quien tiene la experiencia de haberse roto y haberse reparado a sí mismo, sabe el infinito gozo que eso atesora, sabe que no es lo mismo estar nuevo que haber sido aniquilado y restaurado, porque la experiencia de enfermar y sanar hace de todo lo que era ordinario, algo sublime. Cualquier persona que se haya restablecido de un daño moral, afectivo, de una ruptura de su equilibrio interno, sea física, espiritual, psíquica o de cualquier orden y sale del otro lado de la experiencia después de haberla atravesado sin negarla, está en condiciones de disfrutar ampliamente, más mucho más de lo que antes disfrutó de la vida y las acciones cotidianas. Y como el “más” no me gusta, diría mejor, diría intensamente, diría alegremente, porque las capacidades que estuvieron colapsadas, aniquiladas, que se sintieron irrecuperables en algún momento, cuando nacen nuevamente con la ductilidad de los brotes sobre tierra arrasada, nacen con doble frescura: la de todo lo que nace, y la de lo nacido de la muerte, o sea de lo renacido, de lo resucitado.

La alegría de restaurar es algo maravilloso, el placer de restaurar y de que a través de esa restauración se recupere la utilidad del objeto. Si el objeto es un vínculo, es maravilloso observar, ser testigo y protagonista a la vez de cómo el amor se acomoda en las grietas, cómo el amor acepta gustosamente reconocerse en formas nuevas, y es eso ni más ni menos lo que acontece cuando el líquido se deja recoger en un jarrón reparado con oro: no hay filtraciones.

Un vínculo roto, dos que han sufrido y se dejan hacer kintsuji por la vida, y dejan que el líquido maravilloso del amor los riegue nuevamente, es porque han aceptado la ruptura de eso que los unió, han aceptado el cambio de forma como propuesta superadora a la muerte de toda posibilidad de vínculo, han aceptado que la vida de nueva forma a la forma, y disponga cómo reunir esos pedacitos en un cacharro nuevo, que quizás en vez de tetera, ahora sea una fuente, o que haya mutado de taza en pocillo para café: no importa, nada importa más que el milagro de comprobar cómo el nuevo recipiente sirve, cumple su propósito.

Los pedacitos participan de un acatamiento que los reorganiza y en el que ellos mismos cantan la partitura junto con el organizador. Hay una retroalimentación permanente entre lo que es curado y la fuerza reparadora, una dialéctica no sé si sería el término adecuado, pero sí la participación dialogada en un camino dhármico, eudaimónico, cuya prueba de fierro es la felicidad que otorga a las partes.

Cuando digo partes, hablo de la reparación de un tejido vincular, pero también y primero de todo son las propias partes de ese algo que enfermó en nosotros, que se nos partió, que nos jaqueó la vida. Y también ese es un tejido vincular, ya que lo que se restablece ante todo, es el vínculo con la vida y con uno mismo.

El amor sabe cómo hacerlo.

Seremos nosotros los que lo escuchemos, los que acudamos a donde nos mande estar, aún en contra de todas las frases hechas, y de todos los saberes acuñados, o tal vez por eso mismo: la fuerza del amor es algo vivo, no encasillable.

Ningún amor “drena las energías” de nadie, ningún amor quita fuerzas. Es propio del amor trascender, encontrar la manera de lo posible en lo posible, es transmutación de lo yermo y de lo muerto, es energía de construcción.

Probar este arte da fe y da límite. Otorga la capacidad de reconocer en uno mismo las señales de que algo está bien o no lo está, de redireccionar las energías, de ponerlas donde hace falta, de quitarlas de donde no construyen.

Es un hacer, y como todo hacer constituye su sabiduría mientras hace y mientras descansa. Aprende del proceso y se deja instruir por el proceso mismo.

No es lo mismo la libertad que siente un ex fumador frente al aire disponible, frente a la visión de un kiosco, frente a otro fumador del que no huye, frente a su propia capacidad de quedarse ahí sosteniendo su elección de prescindir del cigarrillo, que la vivencia que tenía antes de haber fumado. Es algo mucho mejor. Es la revalorización del aire y de la libertad que antes no sabía que tenía, y ahora sí.




domingo, 11 de diciembre de 2022

LA RISA DE ZORBA

 



Tu profesor es este mismo instante (Pema Chödron)


Hacer del dolor una epifanía

Todo dolor es un poco un juego

Hacer de él entonces algo interesante

Subir la marca del sentir, del imaginario.

Si sonrío con cada sonrisa ajena, si vibro con otros dolores 

sólo por un momento

me doy cuenta de que todos somos uno

Puedo salir a visitar el dolor y la felicidad de otros 

Puedo pulverizar toda noción de que haya algo material o externo a mí

que pueda satisfacerme por completo

ya la vez declararme impotente para satisfacerme por completo

Porque el mí mismo se diluye en todas las luces que lucen sus colores. 

por fuera de mi sufrimiento

Puedo evocar el error con que yo lastimé 

cada vez que mi mente y mi corazón tiendan a concentrarse 

en el dolor 

que me han hecho sentir a mí

Entonces viene la risa salvadora de Zorba, que no es negación. 

sino el retorno eterno al momento presente

Una no-escapatoria al instante, 

a la dicha fulgurante que está contenida más allá del dolor

de la demolición

del fracaso

del deseo de morir

Ahí, donde el diamante se reconoce en el carbón que fue

Y canta

No a pesar, sino porque sí, 

Ahí está la vida 


(ocurrencia sin nombre)

domingo, 16 de octubre de 2022

Pausa, de Maxy Cambiasso

 


Parar un poco

Parar un rato

Poder hacer una

                              P

                              A

                              U

                              S

                              A

Tener un momento de silencio

Escuchar

Estar receptivo

Dejar de saber por un rato

Poder abrir la coraza

Estar disponible a lo que haya

Ser amables con nosotros mismos

Soltar el ruido

Y también

La plena necesidad de estar llenos

Dejar de taparnos de cosas

De mostrarnos completos

¿O acaso nos conocemos?

¿Sabes tú quién eres?

Dices tu nombre

Presentas números

Y repites

Palabras que otros te han dado

¿sabes acaso quién eres?

Por eso,

Para saber: empezar no sabiendo

Para atender: empezar no pretendiendo

Para ampliar: reconocer el límite

Para vivir: amigarse con la muerte

Para morir: haber vivido primero.


#poesiaterapeutica #antologiadelser #maxycambiasso


jueves, 13 de octubre de 2022

Clarice y quien suscribe: asombros afines

Hace mucho tiempo un amigo haijin inauguró una sección todavía visible en el foro del Rincón del Haiku, titulada "Asombros afines". Todo un título. 

Uno se encuentra, sin buscar, como decía Picasso, ni más ni menos que con esos asombros a cada paso. Llega , por ejemplo, a mis manos este fragmento de uno de los tantos de Clarice Lispector que circulan por la web. Es sin duda elocuente. 

No podría decir que la entrega al no saber sea una obsesión; más bien creo que es el fruto de años de andar queriendo un tipo de saber "garantizado", ése que solemos ir buscando como si existiera, como si además fuera deseable, como si alguien lo poseyera. Un saber congelado, sin sabor. Algo que no es la entrega a la vida, sino su oponente: el agua estancada. 

Seremos una y otra vez agua estancada y agua que fluye: "no barro, no loto" decía Thích Nhất Hạnh. Sin embargo los sueños nos necesitan disponibles, nos requieren creando valentía con las reservas que todos traemos a esta vida porque, como dice, Don Jung. "El camino del héroe es decirle sí a la vida bajo SUS PROPIAS CONDICIONES".

Y entonces, después de haber intentado un poema sobre el no saber, uno más, aparece Clarice, "aprendiendo a vivir" y nos dice:

—¿Puedo decirlo todo?

—Sí, puedes.

—¿Me entenderías?

—Sí, te entendería. Yo sé muy poco. Pero tengo a mi favor todo lo que no sé y –por ser un campo virgen– estoy libre de prejuicios. Todo lo que no sé es mi parte más grande y mejor: es mi amplitud. Con ella lo comprenderé todo. Todo lo que no sé constituye mi verdad.

(Clarice Lispector: Aprendiendo a vivir)

y entre las flores de Escobar encuentro unas palabras provisorias que dicen:


PARA VENIR A DONDE NO SABES
“- ¿qué nombre le pondrías a tu alma? –No sé”


Yo antes quería entender y elegir.
Prefería creer en un modo de ser de las cosas
y en una adecuación de las cosas a ese modo de entender la vida.
Creía que elegir era fruto del pensar, y que había que hacerlo por anticipado.
Que no era un mientras, ni incluía posibles mutaciones.
Hoy yo sé que no sé los cómo de las cosas:
sólo apetecerlas o vivirlas.
Hoy soy el sabor de mi ignorancia.

*
Te busco.
Te sigo buscando sin buscar,
esperando encontrar y ser hallada.
Sólo decime
cómo acostarme con vos sin estar juntos
y esa noche soñar el mismo sueño y que tu alma se entere.
Tendrías que desear ser mi deseo de vos
Tendrías que desear ser en mí
O que existiera algo 
que no escapara junto con tu cuerpo
de este himno sagrado libertad
libertad
libertad
Deberías dejar de darme explicaciones
en confusas huellas indelebles
invisibles.
Y antes de irte
venir a mí, sólo y tan sólo
por donde no sabes.


*
libertad a los escarabajos dorados
Que choquen con los vidrios de los cuartos
Que zumben hasta destapar oídos sordos
Haced algo: liberad por fin
a los enclaustrados de su amor
Libertadlos
Que zumben por fin como escarabajos de oro
en torno del sueño
y lo fecunden.
Dictad las palabras a la ausencia:
que se diga,
que sea eficaz al nombrarse.
Dictad las palabras respirando:
que se escuche la inhalación del aire.
Que sea eficaz la vida.

*
La flor se abre.
Para eso viniste:
para dar fe.
Para decir "ésto" y señalarlo con el dedo.
Ya no tenés ni cara
y sin embargo
la impregnación me vive y se declara autónoma
de tu persona
porque la trasciende.
Viniste a señalar la flor,
y con el dedo con que la mirabas ser
tocaste sin querer el alma de los pétalos.
Y vos, que eras mariposa,
te fuiste siendo un poco flor
y me dejaste mirando
cómo ella,
puro pétalo,
levantaba vuelo.

*
Sos una esencia
Un mago
Una promesa
Un elemental de la tierra
Soy desde tu llamada
algo advenido a ser
que aún no tiene forma
Algo que se sueña en mí
cada vez que recorre el espesor de un recuerdo
proyectado en centuplicadas imágenes
Emoción.
Anhelo
de lo que ya es
y te necesita
para saberse.



( Escobar, octubre 2022)

sábado, 1 de octubre de 2022

STELLA MARIS MARUSO: FRAGMENTOS DEL LIBRO"EL LABORATORIO DEL ALMA"

Hacía años la había visto en un reportaje y no la olvidé, hasta que la olvidé. Fue entonces cuando una amiga reciente me recordó con este libro que ella estaba activa, y que la fundación que presidía había ayudado muchísimo a su hermana, que justamente no se dirigió allí por ningún diagnóstico terminal, sino por una crisis vital. Primero comencé leyendo el libro, ya que yo me encontraba en la misma situación. El mismo, después de hacer una muy compleja descripción de los mecanismos de que disponemos para sanar o enfermar, trae las historias de pacientes extraordinarios, - como ella los llama-, a veces contados por ellos mismos, o sus familiares, otras por la misma Stella. 

Es muchísima la gente que halló en la Fundación Salud una familia, de compañeros de ruta, o un espacio de referencia y de vitalidad. Queda lejos de la Capital Federal, pero existe. Cuando la pandemia nos inmovilizó en 2020, Stella Maris lanzó con algo de temor su primer Seminario Virtual, experimental, más corto que los clásicos, y por zoom, experiencia que no dudé en realizar, y que impregnó un camino: el mío. 

Jamás excluyente de los profesionales de la Salud en el área que sea, sólo se aportan prácticas y saberes complementarios que hacen la diferencia. Y la hacen. La PINE (PsicoInmunoNeuroEndocrinología) y todas sus parientes convergen en esos raros peinados nuevos que estudian los junguianos y los neurocientíficos junto con los Lamas del Tibet, -y un creciente número de médicos y profesionales de la salud-, para dar la buena nueva de que así como pudimos enfermar, podemos hacer todo lo contrario: sanar. Nuestro cerebro se está modulando a sí mismo, tomemos o no medicaciones. Y si necesitamos tomarlas, esto no incide en absoluto en las demás drogas que con nuestra ayuda va generando por su cuenta, para curarse, desde el poder de una lágrima al de una sonrisa.


DONDE ESTÁ TU ATENCIÓN ESTÁ TU CONCIENCIA, es una frase que llevo grabada a fuego: 

¿Qué recibo del otro? ¿El amor que me da o el error que comete? ¿Dirijo mi atención a escucharme a mí mismo, con qué tono hablo, y con qué tono me hablo a mí mismo? ¿Desde dónde elijo relacionarme con los demás, qué me moviliza a actuar: el enojo o el deseo? ¿Cuál es mi motor principal: la rabia, la culpa, el cariño, el deseo de belleza? ¿Mi voz está sintonizada o no con mi emoción? 

Y como esas, tantas preguntas: ¿Advierto la belleza en medio de una tormenta interior aunque sea por unos minutos? ¿Me permito reír si eso interrumpe un momento de extremo dramatismo? ¿Atiendo la palabra del otro, sus circunstancias, trato de imaginarlas? ¿ Estoy dentro de mi mente todo el tiempo o puedo disponer de aunque sea un poco de atención para captar lo que acontece fuera, ese niño, ese perro, la poesía, el horror o lo que sea que suceda en el paisaje?

¿Dónde está mi atención y dónde mi consciencia?

Dice S. M. M:

"las creencias tienen el poder de hacer de tu vida un cielo o un infierno. A partir de ellas creas las reglas para percibir la realidad y en función de esa percepción se determinan tus acciones, pensamientos o emociones.(...) Daré un ejemplo muy claro sobre el tremendo poder de una creencia. Lo contó el Dr Benson durante el Primer Seminario de Curación Espiritual al que asistí en la universidad de Harvard, en marzo de 2001. Benson presentó el caso de un pastor protestante que sufría de una severa alergia a las rosas, a tal punto que la cercanía de un rosal le producía un shock anafiláctico. Por precaución llevaba siempre una inyección de epinefrina como antídoto. Cuando una parroquiana le pidió que oficiara el servicio fúnebre de su esposo, accedió no sin antes rogarle que no hubiera ninguna flor en el recinto. Sin embargo resultó que en el salón en donde se ofició el responso había jarrones con rosas, hecho que le provocó un inmediato shock. Fue necesario llamar a la ambulancia, hospitalizarlo y a duras penas se salvó. Al ser dado de alta, increpó a su parroquiana:

- ¿Cómo has podido hacerme eso pese a mi advertencia? En el salón había jarrones con rosas.

- Pero pastor, ¡ eran de plástico!, respondió ella."

"Hay creencias que restringen y creencias que expanden, creencias que nos tornan impotentes y creencias que nos dan el poder de cambiar nuestra vida. Hay creencias que construyen salud y hay otras que la destruyen."

"Aquello a lo que prestes atención cobrará importancia. No hay límite para los cambios que puede producir la conciencia. (...) en realidad estamos determinados para no ser programados, para poseer un gran margen de libertad y creatividad (...) No hablo de creencias o pensamientos "positivos", (...) se trata de incorporar creencias saludables a través de pensamientos saludables. (...) cuando la salud está severamente comprometida, ciertos pensamientos "positivos" pueden hacer mucho daño. Por ejemplo, muchos pacientes utilizan la repetición frente al espejo, como técnica curativa, de la afirmación "gozo de perfecta salud". Esto implica un autoengaño o lo que es más perjudicial aún: representa la no aceptación o negación de una realidad. (...) El Dr Simonton ejemplifica los tres tipos de pensamiento de una manera muy clara:

- Pensamiento malsano: "Independientemente de lo que haga, en dos años me habré muerto"

- Pensamiento positivo: " De aquí a dos años seguiré vivo y sano"

- Pensamiento saludable: "Puedo o no estar vivo, lo que yo haga marcará la diferencia"


(Fragmentos del libro "El laboratorio del alma", de Stella maris Maruso. Una puerta más.)

sábado, 20 de agosto de 2022

METANOIA/ TE DOY MI ALMA

 “Estar disponible lo es todo" Carl G. Jung



Estoy fascinada con un seminario sobre Jung que imparte Virginia Gawel y que recomiendo a todo mortal que ande por aquí deseoso de transformaciones.

Infinito mundo que se abre ante mis ojos de principianta, y que se nutre, - como también lo ha hecho la misma Virginia emulando al maestro-, en fuentes como el sufismo, el taoísmo, el budismo zen y sobre todo... (¡ Ah! Pema Chödron!) en el budismo tibetano. Montones de mitos remixados por las espiritualidades en boga que nada tienen que ver con estas enseñanzas antiguas, ni con Jung. Montones de puertas que se abren, y nociones que como vasos comunicantes articulan un sin fin de vivencias que muchos de nosotros podemos reconocer en nuestro trayecto vital. El Sí-mismo como la porción del todo en mí, o la porción de lo sagrado en mí. La noción budista de Humanidad compartida, los recursos no aprendidos que nos ofrece el inconsciente, las condiciones del propio impedimento como elementos capaces de elaborar un trauma y convertirlo en un recurso vital. Una visión original y atípica de nosotros, de nuestra arquitectura, sin leyes de atracción ni del espejo, sin más que la promesa del compromiso con el trabajo sobre sí, ese que en vez de entretenerse haciendo pocitos, va directo hacia la napa profunda. 

No es el propósito de esta entrada hacer ni remotamente un resumen de todo lo que se está abordando, que es mucho, frondoso, jugoso y complejo. Sólo una impronta chiquita de lo que me va dejando, y la intención de alentar a otros. 

Jung deseaba fervientemente la cura de sus pacientes, lo poseía un deseo desesperado de curar, de ver cómo, de qué modo hacerlo. Y entonces se habla en un momento de "Te doy mi alma", interesante película sobre la historia real de Sabina Spielrein, quien después de ser tratada por Jung y poder recuperarse de su padecimiento psicológico, va a consagrar su vida a la vocación del psicoanálisis aplicado a la educación infantil y a la escritura de obras significativas y originales que el Stalinismo no logró sepultar. La película enfoca también en la historia de amor que viven ella y Jung...y (aquí espoileo) el alma es simbolizada por una piedrita que Jung le dona a su por entonces paciente, nombrándola de algún modo custodia de la misma. Todos los grandes, -Freud, y después-, hablan del amor en la curación, y Jung también. Y quizás todos en nuestro día a día hemos sido curados, lavados, lamidos por palabras, imágenes, personas, actos amorosos., como si cada uno nos dijera:"Tené esta piedra: cuidala". Sostener apretadita una piedra dentro de nuestra mano, e imaginar que alguien nos ha dado el alma para que nos curemos. Eso en sí mismo es algo grande.

Y bueno, quien quiera bucear, bucee... por ahora dejo un protopoema intitulado METANOIA, que está dedicado a tres personas a quienes amo profundamente de formas muy distintas, y que también por ahora dice así:


METANOIA


Eso 

que de una vez

te pone a andar

hacia donde tenías que ir

desde hace rato

Eso que otros

se desvivieron en mostrarte

Eso que no es más que un paso

hacia puertas que ya nadie más que vos podrá ver

y están ahí, esperando 

ese paso, sólo el tuyo,

sólo tu obediencia al alma

sólo la entrega a los riesgos

que tu milagro exige

y te doblega, ahora sí, 

con tu consentimiento

para que por fin seas.

Nada menos que la belleza

reclamando a los gritos tu porción de todo

tu maravilla en acto

tu desnuda manera de estar vivo

y donar a la tierra tu parte

tu milagro amoroso

tu llorar de belleza

como un niño que nace por segunda vez.

¡Ah! Si yo te viera, si yo

pudiera convocar un milímetro apenas

de ese magno gesto mínimo y fundante,

sería tan feliz

que lloraría de belleza también

aún si no me vieras.


martes, 28 de junio de 2022

PEMA CHÖDRON: GUIÑARNOS UN OJO EN LA INTEMPERIE


 ¡Qué profundo agradecimiento siento por haber leído y seguir leyendo a Pema Chödron!

En el prólogo de su libro nunca suficientemente citado "Cuando todo se derrumba", es cuando ella, -refiriéndose a un año sabático en el que lo armó a partir de borradores de charlas dispersas-, dice:

"De vez en cuando miraba algunas transcripciones. Las había de todo tipo, desde pedantes hasta deliciosas. Fue interesante y vergonzante tener que enfrentarme a semejante profusión de mis propias palabras. Gradualmente y a medida que avanzaba la lectura empecé a ver que, fuera cual fuese el tema elegido para la charla, el país en el que estuviera o el año en que la escribí, había enseñado incansablemente sobre los mismos temas: la gran necesidad de maitri (bondad amorosa ante uno mismo) y el desarrollo de una actitud compasivamente intrépida hacia nuestro propio dolor y el de otros."

Para decir más adelante: 

" Me dio risa comprobar que, tal como él solía decir (se refiere a su profesor Chögyam Trungpa Rinpoche), hacernos amigos de nuestros demonios y de las inseguridades que les acompañan nos lleva a una relajación y alegría muy simples y nunca suficientemente valoradas".

Hace ya tres años que este libro es mi libro de cabecera. Y si hay libros que llegan en el momento oportuno, nunca tan oportuno y tan EL LIBRO, como en este caso. No me canso de leerlo, y yo también me río cuando de pronto, al marcar con el dedo una página cualquiera y entrar en ella, descubro que se trataba de una parte que por alguna razón estaba menos explorada y subrayada que otras. Y también descubro que esa razón era simplemente que yo no llegaba a comprenderla porque no la había experimentado aún, o vislumbrado siquiera.

Creo que ningún libro que haya llegado a mis manos está tan subrayado como éste, a punto de que creo que va a terminar completamente subrayado, porque al leerlo cada vez, siento que cada párrafo es insustituible.

En mi caso, atribuyo el inmenso poder de las enseñanzas recibidas al descubrimiento de Maitri. Indudablemente hay un antes y un después de este advenimiento. Y también me dejó perpleja en el instante uno que lo que yo leí y me hizo comprar el libro, fue ni más ni menos que escuchar lo que ya instintiva e intuitivamente había descubierto por mi cuenta y empezado a practicar. Esto no es presuntuosidad, sino la sencilla constatación de lo que ella, y en ella la tradición del budismo tibetano, describen como las posibilidades del dharma, camino abierto a todas las existencias, a todas las experiencias de las vidas humanas.

Maitri es el puente que reconecta todas las experiencias personales a la aceptación incondicional, que permite ir hacia la aventura más honda, que acaso sea la de desconocer-se, la de inventar un camino que nos permita dejar de transitar las mismas respuestas para responder las mismas preguntas con las mismas conductas. Ir en contra del núcleo, relajarse en lo que es, recostarse sobre las aristas filosas, -por citar algunas metáforas que emplea-,  o en mis palabras de hoy, permitirse ser hasta reírse, lo cual aplicado a mi persona en particular, no ha sido un asunto menor. 

Jamás tuvo mi risa un protagonismo en mi vida, más que eso que todos describían desde mi niñez como una especie de risa sofocada, tragada, se podría decir. Así que he nacido a mi risa actual, y no sé cuántas metamorfosis más tendrá. Lo mismo que el resto de eso que doy en llamar yo.

Hablo de mí, porque no encuentro otra manera de compartir mi fe en estas enseñanzas, porque no puedo hallar más que en mi propio testimonio el aliento que deseo ofrecer a que quien se sienta en pleno caos, derrumbe, o cualquier otra metáfora del desastre personal.

El camino no termina nunca, pero hay un buen aliado en el Maitri, un excelente aliado para todos, para vivir en este mundo que también está en caos y derrumbándose, y también está naciendo en este mismo momento, si nos permitimos ser algo más audaces con nuestro propio dolor y con el ajeno también.

Y guiñarnos de tanto en tanto un ojo, amigablemente a nosotros mismos, y a nuestros compañeros de camino, con perdón por el atrevimiento.


sábado, 11 de junio de 2022

TRES RECORTES A PARTIR DE UNA MIRADA SOBRE LA VIDA

Siempre Pema, recordándonos cómo y por dónde: Maitri, amor incondicional por uno mismo, la intrepidez, el asombro ante las joyas que aparecen al saltar, esas cosas.




miércoles, 23 de febrero de 2022

el amor en movimiento y poner a volar un panadero

esta imagen: el amor... el amor en movimiento... una fotografía algo movida...una danza de a dos... 

sincronía de las miradas y los plexos solares...ir hacia algún lado juntos...juntos pero no pegados.... despegados pero no lejanos... en cualquier momento poder pegar una voltereta, ir a danzar con otros, y volver... volar un ratito más....seguir la vida...

eso que llaman amor para vivir ... una imagen aún algo difusa, borroneada, de un anhelo que nuevamente se deja oír en mi alma, en mi corazón, y que pongo a volar como un panadero 

"estar dispuesto a amar" con el encanto de los erizos... antes de echarlo a volar trato de asegurarme de que sea así, y luego, en mi nombre y en el de todos quienes sientan ese anhelo en sus corazones

... soplo.




https://www.youtube.com/watch?v=MWl11frpR0Q
imperdible video en que se sincronizaron a la perfección los sonidos del valsecito criollo Desde el alma, con la danza de Fred Astaire y Cid Charisse.

sábado, 12 de febrero de 2022

ATREVIMIENTO, de Jeff Foster


Hoy...

Atrévete a dejar que te vean.

Atrévete a decir la verdad.

Atrévete a dejar de fingir.

Atrévete a estar presente

al fuego secreto que arde por dentro.

Atrévete a ser muy inconsistente.

Atrévete a dejar entrar a otro.

Atrévete a soltar la imagen.

Atrévete a nunca estar preparado.

Atrévete a darlo todo

para el despertar del amor

Atrévete a fallar.

Atrévete a estropear todo.

Atrévete a caer al suelo

humillado otra vez, riendo.

Atrévete a soñar y dejar que los sueños mueran.

Atrévete a honrar el pasado pero no te aferres a él.

Atrévete a dar un Sí sincero y un No honesto

Atrévete a estar equivocado.

Atrévete a estar en lo cierto.

Atrévete a ser real.

Atrévete a estar aquí.

Hoy.


(Fotografía Juan Carlos Crespo)

GIRANDO



de todo lo que no quería perder

lo perdí todo


y mientras caminaba bajo los andamios

para entregarme a la embriaguez

de no saber, 

de no tener de dónde agarrarme,

mientras entrenaba mis músculos 

en una nueva patria dolorida

inestable

y por eso mismo, segura

seguí perdiendo más aún

de lo que no deseaba perder


Fue notorio

elocuente

el trato que la vida me estaba dispensando

como para desoírlo

y lo oí

estuve atenta

revisé los mensajes, los que dejaba a otros

y los que me dejaban a mí

los modos y maneras

los modus operandi

los trucos, las mentiras

y las sabias verdades


Y de cada suceso aprendí: aprendí

implacablemente

y de lo que aprendí, todo apliqué

se centuplicaron las maneras de entender la vida

las palabras para nombrarla

los gestos para expresarla

y las vivencias para sentirla

No hubo máscaras posibles y en cambio sí la elocuencia

de lo naciente en ciernes

Faltaba tiempo para la primavera

y el invierno fue crudo y duró muchas estaciones


Y mientras iba perdiendo y perdiendo 

de aquello que no deseaba perder

seguí perdiendo más sin darme cuenta

de otros almácigos

Perdí sombras, ciénagas, excusas

vendas en mis ojos

dolores que me impedían caminar

prejuicios, creencias erróneas e inmutables,

formas de andar y de decir, formas

acumuladas por los años

incrustadas, inapelables, inservibles

Perdí quejas y ante cada queja propia o ajena 

oxidada

me reí

y descubrí la risa y sus cauces

se me destaparon agujeros

por donde entraron inmensas cantidades de aire puro

y fresco

el regocijo

se alió a mi terquedad y armaron buena dupla

Empecé a caminar como una garza

inquieta

a danzar con la incertidumbre como hermana


de todo lo que no quería perder

lo perdí todo


y ya vacía, sin nada que recoger 

por fin hubo espacio para otras cosas

no hizo falta que fuera primavera para inventar las flores

lo naciente, nació del mismo tajo

y creció sano y fuerte rumbo al cielo

y la alegría, esa habitante desoída y pequeña

esa niñita que me tiraba del vestido

por fin fue rescatada del destierro:

la tomé bien fuerte entre mis brazos

la alcé

nos miramos a los ojos

y empecé a hacerla dar vueltas mientras reímos

reímos

reímos

girando entre nubes

girando con la brisa

o entre la niebla y el sol

girando


viernes, 28 de enero de 2022

De los tiempos del amor, de Maxi Cambiasso


De los tiempos del amor. 

El corazón no tiene una lista de requisitos a ser completados para poder sentir. Está en su misma naturaleza el sentir. No puedes hacer nada para que sienta lo que no siente ni puedes hacer nada para que sienta más rápido de lo que siente; sin embargo puedes hacer mucho por evitar que sienta, puedes hacer mucho para frenar lo que siente, puedes hacer mucho por defenderte de lo que siente...

Qué tan rápido o qué tan lento sientas amor no depende de lo que alguien haga o deje de hacer, no. De lo único que depende lo rápido que puedes sentir amor es de la distancia que existe entre tú y tu propio corazón. 

Si estas cerca de tu corazón, 

Si te animaste a sacarle la armadura, 

Si fuiste amoroso contigo mismo y atendiste tus heridas  

Si te diste permiso para sentir y espacio para sanar

Si dejaste de confundir fragilidad con vulnerabilidad

Si hiciste todo eso, entonces estás cerquita de tu corazón y tu amor puede brotar tan rápido como en un segundo.

Y también:

Si estás lejos de tu propio corazón,

Si aún vas cargando la armadura "porque una vez me lastimaron"

Si te has castigado y enojado con tus heridas

Si temes sentir y no te das espacio para sanar

Si aún confundes vulnerabilidad con fragilidad

Entonces la distancia entre tú y tu corazón es demasiado grande y el amor puede tardar mucho en brotar. O puede no brotar y nunca ver la luz del sol. Es como una plantita, si no brota, si no sale, se muere. Y cuando se muere, se pudre. Y cuando se pudre nos hace daño. ¿Puedes imaginar algo más triste que ser dañado por un amor que no has permitido que se exprese?

Cada vez que conozco a alguien que puede amarme, genuinamente amarme, rápidamente amarme, me alegro infinitamente, algo en mí se conmueve hasta lo hondo. Todos necesitamos recibir ese amor, sabernos dignos de ser amados... este mundo necesita gente con su corazón cerquita. 

El mundo necesita gente que se anime a sentir. 

Y yo...

Yo quiero compartir mi vida con gente que no tenga miedo de vivir una vida plena.


sábado, 13 de noviembre de 2021

jueves, 11 de noviembre de 2021

Budismo explícito

en dos mil veinte, quise publicar algunos fragmentos cortos de Pema Chodrön en facebook, por considerarlos de utilidad.
Los titulé  Budismo explícito, y los cerraba con el "dejamos por hoy", como un chiste...Y la verdad es que psicoanálisis y budismo hacen buena dupla, o terapia psicológica y terapia budista, práctica de una mirada hacia la vida que nos permita ejercer maitri sabiamente, así que los transfiero a este blog, dado que no están repetidos en las entradas dedicadas a esta sabia mujer y sus enseñanzas.



1 -"Pensamos que protegiéndonos del sufrimiento estamos siendo buenos con nosotros mismos, pero la verdad es que sólo nos hacemos más temerosos, más duros, más alienados"

"Este lugar del aprieto es precisamente el punto,- tanto de la meditación como de nuestras vidas-, en que realmente podemos aprender algo."

(Dejemos por hoy)


budismo explícito 2

 " desde la infancia se nos dice que hay algo equivocado en nosotros, en el mundo y en todo lo que no es perfecto, tiene los cantos sin pulir, sabe amargo, suena demasiado alto, es demasiado suave, demasiado afilado,  demasiado insípido" (...) 

" todo lo que ocurre no es sólo útil y trabajable sino que es el camino mismo."

De Pema Chodron, " cuando todo se derrumba"


Budismo explícito 3 con Pema Chodron:


"Cuando surgen emociones verdaderamente intensas todas las doctrinas y creencias a las que nos aferramos parecen irrelevantes, porque las emociones son mucho más poderosas" (...)


"Una vez más no tenemos por qué considerar que este proceso es un obstáculo o un problema. Si podemos mirar y ver lo salvaje de las emociones, podemos empezar a suavizarnos y entablar una amistad con nosotros mismos, y también podemos hacernos amigos de los demás seres humanos y de todas las criaturas. Cuando tomamos conciencia de cómo hacemos la misma estupidez una y otra vez porque no queremos quedarnos con la incertidumbre y extrañeza de no saber, empezamos a sentir verdadera compasión por nosotros mismos y por los demás, porque vemos lo que ocurre y cómo reaccionamos cuando las cosas se caen a pedazos. Esa conciencia es lo que convierte la espada en flor, y así lo que es aparentemente feo, problemático e indeseable, se convierte en nuestro profesor"


viernes, 6 de agosto de 2021

HOCIQUEAR



Murray Schafer decía que a menudo una historia sin fracasos es la historia de alguien que no ha crecido. Como educador musical decía: "enseñe al borde del peligro"

“Ever tried. Ever failed. No matter. Try again. Fail again. Fail better”. “Lo intentaste. Fracasaste. Da igual. Prueba otra vez. Fracasa otra vez. Fracasa mejor”, es una frase de uno de los últimos libros de Samuel Beckett que retoma Pema Chodron en un artículo que está disponible en la web sobre la importancia de aprender a fracasar. En apenas dos años ese artículo ahora aparece citado cientos de veces...tal vez por algo bueno sea.



Ella dice en ese artículo que es una de las primeras cosas que debieran enseñarnos: a fracasar bien.

Nuestra cultura niega el dolor, el espanto, lo racionaliza de mil maneras, borra la "culpa" judeo-cristiana, para reemplazarla por la ley de atracción...Suerte que están los Jeff Foster de la Espiritualidad, suerte que están las Pema Chodron del Budismo.

Ser, parafraseando a Queen, "otro más que muerde el polvo" es lo más didáctico que puede ocurrirnos. Ser uno más. Nada más que uno más. Que te vaya mal, sin saber por qué, sabiendo por qué. No mirar para otro lado. Sí: fui yo, fui yo otra vez. Y tengo que hacer algo con eso, para adentro y para afuera. Y si no fui yo, también, tengo que hacer algo con eso, para adentro y para afuera. Aprender del fracaso, por acción u omisión. Por necedad, por soberbia, por tontería, por impulsividad, por elegir mal, por mil millones de motivos. Sentir el fracaso tanto si es chiquito y sin importancia como si es grave, tanto si es la primera vez o la número ochocientos que uno se topa con la misma piedra, no mirar para otro lado, morder el polvo y sentirle el gusto.

Y hablando de Jeff Foster, vemos cómo "hociquear" y "fracasar" no necesariamente, no siempre son términos equivalentes. Él en este momento está batallando contra una enfermedad rarísima, infrecuente hasta la exageración, neurológica, hasta donde se sabe originada por la picadura de una garrapata, y siente deseo de morir, de descansar. Está escribiendo sobre la muerte. Aprendió, como Buda, a validar su experiencia, a no creerse lo que otros sanadores le proponen en cuanto al origen de esta enfermedad en su vida. Él sabe que no fue la Ley de Atracción. Sabe que es así la Vida nomás, así la Impermanencia.

Es otro más que muerde un polvo que no es fracaso propio, y sin embargo hociquea.

Y es que el "algo habrán hecho" con el que tanto nos gusta pero tanto nos gusta denostar el dolor, -sobre todo el ajeno y el inexplicable, sospechar de él, del azar de los no merecimientos de ciertas cosas-, a la vez nos priva del placer de acompañar a quien sufre sin querer entenderlo, nos priva de acompañarnos a nosotros mismos a sufrir a ver qué entendemos después de un rato, porque a veces los azares, aún los que saben a tierra seca, pueden también ser azahares.

Si te toca hociquear, no le esquives. no sigas el consejo del tango, lo de "sufra, canejo, sufra y no llore, que un hombre macho no debe llorar"

Si te toca hociquear, sentilo ahí en el medio del estómago, sentí el fracaso. Mordé el polvo, sentí cómo entra, seco, cómo huele, cómo duele.

Conectarse ahí,sobre todo si uno no sabe por qué y siente que no tuvo ninguna responsabilidad, sobre todo si uno sí sabe por qué y sí siente que tuvo alguna responsabilidad.

Sentirlo en medio de la panza, y abrazar esa triste y espantosa sensación de responsabilidad, o de perplejidad ante el espanto. Abrazar el espanto y saber que no hay nada para hacer, al menos en ese momento. Que a veces no hay otro nombre que fracaso, y que no está mal.

Y si te toca hociquear y en una de esas podés, al menos en algún momento,  hacé como cuando eras pibe, y reíte, porque de críos no teníamos orgullo, y por eso pudimos aprender a caminar.

(imagen tomada de la web)