Visitantes cósmicos de buena voluntad,sean bienvenidos a este lugarcito que albergará poemas, pinturas y toditas cosas que habitan mi alma...


martes, 4 de mayo de 2021

LA BURRA CALMA, DE ALBERTO MUÑOZ



https://www.youtube.com/watch?v=NRIx1FZ00Vg

Como todas creaciones de Alberto Muñoz, poeta y compositor, en la inmensa versión de Liliana Vitale en canto y piano, del álbum "Mama, deja que entren por la ventana los siete mares" editado en 1985, remasterizado en 2020, esta obra, como todas las que lo integran, es de una belleza increíble.

Aquí el poeta hace hembra a su alma, encarnando ese "sobrepeso" injusto, acaso el de la crueldad perpetrada sobre el lomo de lo femenino, y cuando digo femenino, me atrevo a decir que sobre lo femenino del alma masculina también, y sobremanera.

Alguien escondió las campanitas del alma, las proscribió, mientras la burra resiliencia sigue soportando la carga sin enloquecer. Sin embargo, de pronto, algo se rebela en su historia, y a pura poesía se desenterrarán los frescos sonidos dormidos.

Revuelo de tanta estrella, la auténtica revolución se realiza dentro de la propia alma, y en ella encuentra el campo propicio para establecer una única batalla que a golpes, pero no de puño, -no ese golpe que "rompe" la ternura al ser asestado sobre ella-, sino a golpes de campanazos, valdrá la pena dar.

Así se restablecerá la música del corazón, esa que ni mata ni muere, esa que usa el coraje para restregarse los ojos y empezar a mirar.

Que se haga la música


LA BURRA CALMA

Yo tengo
una burra calma
aquí
en mis ojos
que no enloquece
con el sol
ni con la lluvia
con el polvo
ni con la nieve
yo tengo una burra calma
que aguanta
franca
cualquiera carga.
Yo tengo
por el costado, por el reverso
y por las espaldas
una manera animal
de aguantar toda la carga
yo tengo
como es sabido
aquí
en mi pecho
y aquí en mis ojos
una burrita calma
que aguanta
franca
cualquiera carga.
Pero de tanto peso
se rebeló su historia
y anda escribiendo versos
desde mis uñas hasta mi boca,
con el invierno
a medida
desde su lomo hasta su espiga,
revuelo de tanta estrella
mi burra calma,
la burra mia.
Han escondido cerca de los olivos
las campanitas
que anunciaban, de noche,
cuando mi burra dormía,
pero perder el sueño
parece ser
que no es pa' mi burra
que a golpes de campanazos
despierta a la muerte
de su armadura.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario