La vida es una arquitectura dolorosa,
una catedral empezada en el Gótico
y terminada en el Barroco,
en la que dios entra como puede...
Un cambalache de ídolos,
una decoración emparchada
según el cambio de los gustos y de los tiempos...
Y sin embargo
él se filtra como un viento por el vitral roto
y ríe,
tornando habitable el esfuerzo confuso
que levantara aquel esqueleto
como un testimonio lanzado a las estrellas.
Claudia Bakún (2002)
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