Yo era un río. Pero la fractura ecológica de una sonrisa ocasionó que una espinita como la de Rilke quedara atrancada en un punto del cerebelo occipital izquierdo. Desde ese momento me dediqué a ser catarata involuntaria, una especie de bosquecito transido de climas inhóspitos.
Pero ocurre que el río inicial me reclama, y alguien me alerta entonces sobre la salida: aprovechar mi lado turístico. Algo así como un cartel que dijera: ”SOY ESTA FATALIDAD FASCINANTE. VENGA Y RECORRA CATARATAS, DESIERTOS Y BOSQUES EXTRAÑOS, Y POR SÓLO CINCO PESOS DEVUÉLVAME LA POSIBILIDAD DE SER RÍO NUEVAMENTE”
...Y entonces me río...Nuevamente...río
Claudia Bakún
Cascadas de Olaén-Fotografía: C. Bakún
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