Ah
Hubo una vez
un país
que no era el mío pero
me crió…
Yo siempre fui adoptada
-lo sabía-
La familia también lo sabía
En el fondo
Y adelante también lo sabía
Yo no era
No me parecía a nadie
Yo era única
Tuve que aprender a ser valiente
-me lo dijeron ellas de chiquita-
No me quedaba otra
En el exilio temprano de mi infancia
los demás…
tenían hermanos
***
En el fondo había
Una pileta
Sueños
Escondidas
La oscuridad suprema de la noche
acechando
Mis sombras
Los fantasmas
El mal
Lo oscuro
Trina
en el fondo
la magia agazapada
de lo temido
Me escurro
Me deslizo hacia adelante
La casa es tan enorme
Tan largo el camino hacia la fuente
La fuente que espera luego
en el patio que da a las alamedas
Me gusta la humedad y sus fulgores
Esos nenúfares que aguardan que yo salte
para adentro y me moje
de esperanza
El barro hace a la flor
Dicen los budas
Que la crueldad existe
***
la casa de los nenúfares
era
un montón de mar
un montón
de tierra adormecida
de esperanza
de esa en que se cocinan
regalitos
tironeos
audaces juegos fatuos
niños haciendo lodo de sus lágrimas buenas
tristezas escondidas
tras el jardín de los chicos de enfrente
tras los juegos
asomando en las hamacas
volando alto
como serpentinas
y los perros llegando
para salvarse
para darles la excusa
de una llegada que los dejara escapar
del destino del sueño
del destino
de hacer las mismas cosas que los padres
los perros enfermos
eran siempre de otros
ellos, sanos, vagaban
por senderos de humor tras bicicletas
ahora harán del pasado un paraíso
perdido siempre
siempre encontrado adentro
de la tierra que yo no habité
más que en verano
***
Tenemos dos alitas al nacer
Nadie puede olvidarlas
Están frescas, prendidas
en medio de la piel
Y es imposible
erradicar su hechizo
su audaz eficacia
comprimida
Pero somos pequeños
y no nos creen
Son los grandes
tan tontos, pobrecitos,
que ni sospechan de lo que oímos
lo mucho que escuchamos
que sabemos y callamos
por cuidarlos a ellos
a los grandes
que hacen tanto quilombo que
desespera
***
Yo sólo acuné muñecas
Y les corté el pelo
Y me costaba mucho jugar con otros nenes
No entendía
Sus crueldades chiquitas
Hacer de mamá y dar órdenes
Prefería
Irme con Luis Manuel
A hacerle casitas
A los muñequitos del Jack
A intercambiar dibujos
Los dos solitos
A él le faltaban las pestañas
Cosa rara
A mí me faltaban las palabras
Que hoy me sobran
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