Visitantes cósmicos de buena voluntad,sean bienvenidos a este lugarcito que albergará poemas, pinturas y toditas cosas que habitan mi alma...


domingo, 23 de mayo de 2021

1911, POEMA DE MARCOS SILBER


Lo veo.

Desde la borda del poema lo veo.

Catorce años tiene él que va a ser mi padre.

Viene en “Arlanza”. No me ve.

No tiene rostro la tierra que lo espera.

Avanza la nave que muerde aguas de extraños idiomas.

No lee ni escribe el que va a ser mi padre.

Helado trae el dibujo de la letra.

Oigo el naufragio de sus vapores de adentro

y su silencio me da garrotazos por la cabeza.

Grandotas tinieblas le bailan alrededor.

Duele el frío sobre la cubierta.

El muchachito no me ve pero me dicta:

“congoja”, apunte la palabra “congoja”, hijo,

y apunte “susto”, y no deje de apuntar “soledad”.

Una palabra de lana vuela hasta su cuello,

otra de abrigo desciende sobre sus hombros.

No lee ni escribe el que va a ser mi padre.

Respira un verde aire de consuelo

cuando me sueña escribiendo

en su sueño de más felicidad.

Y se detiene el que será su forzado carro de labor

para dictarme: apunte, hijo,

la palabra “trabajo y “techo” y “cama” apunte

y también “sopa de pollo

con sus flotantes monedas de oro”.

Lo veo. No me ve.

Le oigo: “tome la mano, hijo,

guíela,

escribamos”.

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