Visitantes cósmicos de buena voluntad,sean bienvenidos a este lugarcito que albergará poemas, pinturas y toditas cosas que habitan mi alma...


lunes, 31 de enero de 2022

DE UN HOMBRE A LA MUJER QUE AMA




Estoy aquí, esperándote en la puerta del supermercado mientras lo cuido a Theo. Él se porta bien, y yo aprovecho y te miro.

Te miro pasear entre las góndolas, así, con la mirada errática, como si en vez de latas, quesos y fideos estuvieras mirando un atardecer.

Cómo a veces volvés sobre tus pasos como si te hubieras perdido esa flor silvestre o esa estrella fugaz, en un sendero mágico.

A veces siento que todo lo que tocás se convierte en magia, o que una palabra que decís con un tono en especial me hormiguea en el cuerpo una ternura caliente que sólo vos convocás con esa fuerza.

Miro tu cuerpo, las curvas suaves que se delinean en cada movimiento y me gustaría poder dibujarte ahora, captar esos matices con una carbonilla, pero no puedo hacerlo más que en mi mente. 

A veces no doy con tu edad porque se me pierde en un sinnúmero de gestos que te nombran desde la eternidad del árbol a la alegría repentina de una criatura cuando ríe.

Me gusta estar sintiendo estas cosas al mirarte, me gusta más aún el movimiento que percibo en mi sangre y me recorre al sentirlo, pero más me gusta pensar que muy pronto vas a llegar a la caja, y entonces Theo, vos y yo iremos caminando a casa, y más aún me gusta sentir que te amo y que al llegar , de algún modo, te lo voy a decir.


(Fotografía de Marina Camporeale)

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