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domingo, 6 de marzo de 2022

A propósito de Clarice y de Ucrania : "Soy una persona amiga de otras personas"

 el libro "Un aprendizaje o El libro de los placeres" comienza así:

NOTA

Este libro se pidió una libertad mayor que tuve miedo de dar. Está muy por encima de mí. Humildemente intenté escribirlo. Yo soy más fuerte que yo.

C.L

Después de eso, uno encuentra que el primer capítulo comienza con una coma. Sí:

", estando tan ocupada..."

y el libro, el final del libro es éste ( y no espoileo):

(...) "yo pienso lo siguiente: "

Todo lo que está contenido entre esa coma inicial y esos dos puntos con que cierra, es maravilla pura, que pide ser lentamente absorbida, por la complejidad de sus imágenes y reflexiones que tanta atención sensorial nos exigen.

¡Ah, Clarice! Este libro se pidió una libertad mayor, y le fue otorgada hasta parirlo, tal como te gustaba decir.

Libertad que está contenida entre esa coma inicial y esos dos puntos finales.

Libertad no como ejercicio caprichoso de eso que damos en llamar ego, sino como sumisión a una corriente, un flujo que dicta y en el que quien escribe es medium de algo que desconoce bastante.

Te costaba mucho escribir un libro, te era agónico hasta que el niño nacía, decías.

Entre todas las voces que nos habitan hay una que es ésa, la que hay que seguir en ese momento...casi siempre está por debajo de las más chillonas.



Releyendo a Juan Forn, hay algo en lo que no sé si concuerdo: no creo que Clarice Lispector supiera mentir tan bien, excepto en lo que es intrínseco al arte de la escritura, esa mentira creíble que en el fondo es todo cuento. Seguramente que por algo lo dice, y sin embargo siento, percibo mucho autoconocimiento en ella, y un mostrarse desde un lugar auténtico y expuesto, cosa palpable en los reportajes y entrevistas.

También hay un problema en cuanto a la edad en que muere, ya que fue un día antes de cumplir los 57, no los 52.

Chaya Pinkhasovna Lispector fue el nombre que le pusieron al nacer el 10 de diciembre de 1920, en la localidad ucraniana de Chetchelnik. De origen judío, fue la tercera hija de Pinkhas y Mania. 

Pero , por y pese al peso que tiene el tema de su maternidad al relacionarla con su necesidad de escribir, y no olvidando que durante su matrimonio cuando necesitaba aislarse realmente para hacerlo podía tomarse unos días en un hotel, recordemos que fue alguien que escribió desde muy temprano: a los veintiún años logró publicar Cerca del corazón salvaje, obra que había escrito a los diecinueve años y por la que recibió el premio Graça Aranha a la mejor novela publicada en 1943.

Voy a transcribir algunos párrafos acerca de Clarice y su  obra tomados del artículo "Ver a no saber", de Helene Cixous, una de las principales difusoras de Clarice en Europa y Estados Unidos, quien a su vez, -como dramaturga, narradora y crítica literaria-, ha tomado mucho de la prosa y el imaginario de Lispector.

"Empleaba la palabra ver. ¡ojo! Porque ese ver significaba ver aparecer y respetar, ver profundamente y sin alterar, sin tomar ni colorear con el pensamiento, ver desarticulando los ojos humanos que poseen manos, ver antes que todo pensamiento. Ver las primeras cosas por primera vez (cada vez por primera vez) era su esperanza y dificultad" (...) "Hay que inventar el punto de vista más puro: ver en ausencia propia. Ver como ve Dios".

"Ella era mujer, pero no absolutamente, ella era una mujer con. Con hombre, con-contra-sin hombre o caballo o con máquina de escribir. Pero madre lo era, absolutamente, en la gran soledad de las madres verdaderas: Madre. Madera. Bruta. Grande. Primitiva." (...) "con la fuerza de una ventana abierta sabía que ella no era "el autor" con autoridad de sus libros. Sus libros eran tempestades que pasaban por encima de su persona, la atravesaban , eran más libres que ella".

(refiriéndose justamente a la cita inicial del libro de los placeres, anteriormente referida por mí) : "Ese yo-él que se solicitó y entregó. En cuanto se pide la libertad se obtiene. Una súplica se cumple por sí sola. Ello no impide el miedo. (...) No existe libertad libre, existe el temor, la libertad con temor, el temor como síntoma de la libertad".

"Siempre soñó con saltar de lo conocido a lo desconocido. Luego de lo desconocido a lo conocido. Eso fue sin duda lo que hizo".

Y a continuación , fragmentos de "Los libros son mis cachorros", Entrevistas a Clarice Lispector, por Eric Nepomuceno

(Acerca de cuáles son las condiciones ideales para escribir: responde Clarice)

-Si con eso de condiciones ideales a lo que usted se refiere es a la paz de espíritu, a la tranquilidad material, al sosiego, quiero decirle que para mí todo eso es una gran mentira. No hay condiciones ideales para escribir. En mi caso particular, empiezo un relato cualquiera y termino totalmente ganada por él. Ahí comienza el proceso, que para mí es penosísimo. Hay un detalle: ese proceso se desarrolla allí, en aquél sofá, donde yo me siento con la máquina de escribir sobre la falda. Cuando mis hijos eran pequeños, escribía mientras los cuidaba, o sea con ellos potreando a mi alrededor. Siempre quise evitar que ellos tuvieran de mí la imagen de una madre escritora. Escribía entonces cerca de ellos, tratando de no aislarme. Se puede imaginar lo que eso significaba: interrupciones a cada instante, uno que venía a pedirme que le cuente un cuento, otro que venía con preguntas locas, típicas de los niños. Así trabajo yo. las condiciones ideales están dentro de cada uno".

-¿ Esa actitud que usted asumió en relación con sus hijos, o sea la de rechazar la imagen de "madre escritora" se extendió al mundo en general? Quiero decir: usted se niega, y lo ha hecho siempre en términos más o menos enérgicos, a asumir la posición de mujer escritora. ¿Por qué? 

-Siempre rechacé los llamados "medios intelectuales". Tengo amigos escritores, pero en primer lugar son amigos, y después, escritores. Nunca me acerqué a nadie por el hecho de que, como yo, escribiera. Me repugna el mundo superficial de los literatos, no me mezclo con ellos. Soy  una persona amiga de otras personas. Y hay otra cosa que quiero decirle: escribir para mí es algo natural, aunque extremadamente angustiante, penoso. Soy una mujer que escribe, porque para mí escribir es como respirar, lo hago para sobrevivir. Tal vez por eso no me guste hablar de mis libros. Lo que tenía que decir está en ellos, y fue tan difícil escribirlos".

(a la pregunta de cómo clasificaría sus libros)

- Escúcheme: yo solamente me considero escritora en el momento exacto en que estoy escribiendo. Fuera de eso, no me sentí nunca obligada a pertenecer a una escuela o a estar al día con determinadas obras.

- ¿Usted lee poco?

- Depende, actualmente estoy cansada de la literatura, cansada de los libros.

-¿La literatura es importante?

- Sí, pero no la literatura de los literatos, sino la de los apasionados. Yo me considero una aficionada. Los literatos son de frac y galera. Los otros, los que no son intelectuales, son los que tienen la magia.

(...) "La única estructura que admito es la ósea".


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