Es buena idea aprender a dejar de hacer falta
En la alegría de los amigos
En el dolor de los amigos
En las citas ineludibles con el destino
En los entierros, junto a las camas de los hospitales
En las celebraciones íntimas y éxtimas
En el mensaje de texto oportuno
En la voz cuando es necesaria
En las manos que piden ser tomadas
En el abrazo que nos invoca e invita
En la palabra que aclara aún cuando oscurezca
Y en la ausencia de palabras de una mano en el hombro
Hace falta dejar de hacer falta
Nadie te invitará a su boda si faltaste al entierro
De lo que se le murió
Nadie se animará a ser íntegro junto a vos
Si no puede serlo para sí mismo
Nadie que no pueda amar su soledad te echará de menos
Tanto en su hora oscura como en su hora clara
Nadie que no pueda disfrutar su propio canto
Aullará por vos en la noche
Por eso: no hagas falta,
Hacé presencia
No hay comentarios.:
Publicar un comentario