Visitantes cósmicos de buena voluntad,sean bienvenidos a este lugarcito que albergará poemas, pinturas y toditas cosas que habitan mi alma...


sábado, 7 de octubre de 2023

una mujer desnuda y en lo oscuro



Hace ya un tiempo fui a una muestra de pintura en la Facultad de Derecho. Exponía una amiga dentro de un grupo amplio de artistas, y entre las muchas buenas pinturas que había y en las cuales me detuve, ésta en particular tuvo mucha significación para mí. 
Me quedé mirando la imagen poco frecuente de una mujer entrada en años retratada en desnudez. Mientras la contemplaba, se empezó a filtrar algo de una conversación en la que una nieta ponderaba la paciencia de su abuela al posar, y al dar vuelta mi cabeza, me encontré con la nieta, que era la pintora, y su abuela que había sido la modelo, conversando con otras personas amigas.
Me pareció un acto tremendamente poético por parte de una pintora joven retratar a su abuela desnuda, con su piel, sus arrugas y su sensualidad.
Hace muy muy poco tiempo que parecería haberse empezado a modificar el imaginario de lo femenino en cuanto a la posibilidad de la sensualidad, ya que era casi un sacrilegio pensar que una anciana pudiera sentir otras cosas además de ternura.
Y aún sin llegar a la ancianidad, la mujer que empieza a encanecer parece perder gradualmente la posibilidad de un cuerpo y un alma deseantes, incluso ante la vista de otras mujeres.
La realidad del cuerpo que pierde elasticidad es tan insoslayable como la del deseo que no se somete a los designios del colágeno.
Recuerdo a mi tía, enamorándose de cada nuevo médico, a mamá, estirándose el bigote frente a un espejo mientras no se creía observada, y las muchas mujeres que tuve ocasión de tratar en las diversas internaciones que acompañé, con amores vivos en sus almas, con historias presentes en sus cuerpos.
No sé cómo llevan los hombres sus panzas grandotas, sus flaccideces, pero el cuento que nos contaron les perdona esas cosas al lado de sus amantes o esposas jóvenes, mientras que a nosotras no. 
Es muy posible que no les resulte fácil a ellos tampoco llevar esos cambios corporales, pero que Chaplin y Oona hayan sido felices, tenido hijos y comido perdices es una historia mucho más aceptada que la que puede contar la película Dos jóvenes amantes, que por ahora es nada más que una historia de película.
Brindo entonces por esa nieta y esa abuela, por los lugares en que se abre una nueva consciencia más generosa para desear la felicidad de los otros a pesar incluso de nosotros.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario