El pensamiento es lento,
fructifica raras veces
y aún así el resultado es incierto,
pero nunca detuvo a quienes más hicieron
para que fuéramos mejores,
mas amables con los otros,
menos violentos con los desconocidos,
menos temerosos de los diferentes.
Lentamente se halla el modo
de no ver en el prójimo un problema,
una molestia, un obstáculo,
un enemigo en el extranjero.
Es lento y paciente el esfuerzo
de quienes dan todo de sí,
ofrecidos sus cuerpos, sus mentes y sus almas,
para que, poco a poco, pero al fin,
en este extraño mundo que creemos propio,
comprendamos que nada es nuestro
y que todo cuanto hay en el universo
nos es necesario, como el aire.
Lentamente se aprende, lentamente se ama,
lentamente descubrimos, si lo intentamos,
que lo más preciado suele estar fuera de nosotros,
dentro de la totalidad que somos.
Lenta, indefectiblemente logramos
el derecho a nuestra libertad.
La verdad, de manera lenta,
se hace nuestro albedrío y atributo.
Sobre el polifacético autor, poeta y dramaturgo, además de unas cuantas cosas más : https://autoresargentinos.com/claudio-ferrari/
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