y es que no me había dado cuenta antes
pero el otro día te miré
y los pechos de bronce
parecían de leche
llenos
Levantabas la mano
como quien saluda
sin distingos
Y tenías también
la mirada perdida
en horizontes
que no llegan
que fatigan
Pero la mano en alto
saludando sobre todo
a la paloma libertad
esa que siempre termina
posada sobre tu cabeza
y tus brazos
Es que no me había dado cuenta
ángel del parque
de que eras mujer
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